Setién arranca semana con un ambiente enrarecido
La situación del técnico no es nada fácil con un entorno alterado y un equipo que no arranca. El club mantiene tranquilidad.
Ayer se vivió una situación extraña en el partido que el Villarreal y el Mallorca disputaban en Valencia, ya que la grada empezó a pedir la dimisión de Quique Setién, un técnico que solo lleva dos semanas en el club. Quince días en los que el equipo ha jugado cuatro partidos de los que no ha ganando ninguno, con dos derrotas ante Athletic Club y Mallorca en Liga, y un empate y una derrota en Conference, con Hapoel y Lech Poznan.
Una situación extraña, ya que no es habitual que una grada se exprese así tras sólo dos semanas con un técnico nuevo, lo que ha generado nerviosismo y dudas. El mismo Setién ha pedido “paciencia y Fe en o que estamos haciendo”, admitiendo que “es un cambio importante y necesita tiempo”.
Una situación que ha generado dudas y que abre la incógnita de qué puede haber el club en estos momentos. Desde el Villarreal no se ha lanzado ningún mensaje, lo que hace pensar que siguen con la confianza mostrada hace sólo quince días, aunque es verdad que vienen dos partidos en los que el equipo debe reaccionar, tanto en liga como en Copa.
Además, se hace complicado pensar que el club pueda dar un cambio tan drástico con solo dos semanas de trabajo, pero no se puede negar que l situación ahora mismo no está nada clara. Cabe recordar que el club castellonense ya lo ha hecho, con el caso de Luis García, siendo el técnico madrileño la muestra de que se puede revertir una decisión como la actual a pesar de llegar como sustituto de un técnico a mitad de temporada. Ya que García fue cesado al mes y medio de llegar como sustituto de Calleja en la temporada 18-19, siendo repescado el mismo Calleja tras solo nueve partidos de García al frente del equipo.
A favor de Setién se esgrime que llega a un equipo tocado por la salida de Emery, con bajas de mucho peso; pero sobre todo se recuerda que el técnico no ha podido trabajar nada con su nuevo equipo; ya que se juega cada tres días, a lo que se suma que el cambio de idea no es fácil de asimilar y llevar a cabo.
En contra del técnico, se apunta que está lejos de conocer bien a su plantilla y a los rivales tras dos años y medio fuera del fútbol, se añade que posiblemente debería haber hecho una transición más gradual en la idea de juego y no tan drástica, a lo que se suma que es complicado seguir sin ganar con un equipo que esperaba un año competitivo y una afición que estaba convencida de que se podía pelear por grandes cosas.
Por ello, son muchos los aficionados que piden un cambio de rumbo, algo que ya se hizo con otros técnicos que no pudieron hacer funcionar su apuesta, como son los casos de Joaquín Caparrós (7 partidos temporada 98-99), Ernesto Valverde (20 partidos en la temporada 09-10), Julio Velázquez (21 partidos en la temporada 12-13), Molina (10 partidos en la temporada 11-12), Lotina (11 partidos en la temporada 11-12), o Luis García (9 partidos en la temporada 18-19), técnicos que duraron poco al frente del equipo, aunque los casos más destacados fueron los de Luis García, Joaquín Caparrós, con solo 7 y 9 partidos al frente del equipo. Ya que en los casos de Molina y Lotina llegaron a un equipo en cálida libre y lastrado por los resultados, lo que hacía las cosas más complicadas.