La reivindicación de Sarrià antes de su centenario
Este viernes, a petición se Valents, se votará en el Ayuntamiento de Barcelona una mejor dignificación del recuerdo del viejo estadio demolido hace 25 años, casa del Espanyol y del Mundial de España.
El césped que pisaron Diego Maradona, Paolo Rossi o Sócrates, en el Mundial de España de 1982, o Tommy N’Kono, Rafa Marañon, Dani Solsona, Ricardo Zamora o Raúl Tamudo, iconos de la historia del Espanyol, es ahora un parque no excesivamente cuidado donde pasean los vecinos con sus perros; o una simple zona de paso, de tiendas y oficinas, en la que hay una pequeña placa en memoria del estadio que fue derruido ya hace 25 años y que el próximo 18 de febrero cumpliría cien años desde su inauguración. Ahora, un grupo de socios del club perico está impulsando un mejor tributo para un recinto por dónde se han visto los mejores jugadores hasta 1997, historia del Espanyol y de la ciudad.
“Pediremos en el pleno de este viernes que se dignifique el recuerdo de todo lo que supuso el estadio de Sarrià para la ciudad de Barcelona, el barrio y el distrito”, comentó Eva Parera, quien fuera abogada del club perico durante dos décadas (”pese a ser culé me trataron de maravilla, me recibieron con los brazos abiertos”), y ahora es la protavoz del grupo Valents, que se presentará a las elecciones de mayo por la alcaldía de Barcelona. “Lo único que hacemos es reivindicar una petición que están llevando a cabo un grupo de socios muy activos del Espanyol”, expuso.
Actualmente, en la zona del estadio solamente hay una pequeña placa (la que se ilustra en este artículo) que hace referencia a la existencia del estadio. No es suficiente para los aficionados pericos, que siguen identificados con el estadio de sus abuelos y padres. “Este estadio merece mucho más que una simple placa pequeña que pasa desapercibida. Poca gente sabe que aquí había un estadio. Los socios y los vecinos mantienen vivo el recuerdo”, comenta. Parera, acompañada por Albert Solà, uno de los impulsores de Memorial Estadi de Sarrià, aseguró que “una vez se apruebe en el pleno ya estará en manos del consistorio, estaremos encima para que lo hagan realidad”.
Todavía no se ha debatido qué tipo de homenaje se hará. Se podría trasladar la estatua de la afición, como explicó Parera por poner un ejemplo, o crear un mosaico nuevo sobre el estadio. Todo eso lo delega en “los socios y el Espanyol, que son los que tienen el mayor vínculo emocional”. Si por la abogada fuera, en un mes ya estaría hecho: “Por mí, todo el proceso sería rápido. Pero hay que sentarse y decidir el monumento, su ubicación e incluso habría que hacer un acto oficial. Si hay voluntad, no debe tardar mucho. ¿Dos meses? No lo sé, pero esperemos que se haga pronto, seguro que antes de las elecciones de mayo”, recalcó.
El anterior presidente del Partido Popular en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, inició hace años otra batalla porque Sarrià tuviera ese reconocimiento. Incluso llegó a manifestar que la placa instalada en el lugar donde estaba el campo se utilizaba más de “pipi-can” que de homenaje. Ahora las reivindicaciones adquieren otro tono y parece ser, a la espera del viernes, que por fin se podrán llevar a cabo.