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BETIS

Ruibal, comodín interminable

El canterano del Betis también toma ventaja como lateral derecho pese a ser un invento de Manuel Pellegrini. Ya asume que su rol es creciente en esa posición del campo.

Actualizado a
Ruibal, en un entrenamiento.
MIGUEL MORENATTIDiarioAS

Pocos miedos existen para Aitor Ruibal. El jugador del Betis está completando un brillante inicio de campaña y lo está haciendo desde el lateral derecho, una posición en la que apenas tuvo protagonismo en cursos precedentes. Manuel Pellegrini ya le entregó cartas de libertad la pasada campaña: lo probó en ese carril diestro cuando hubo necesidad, lo posicionó como extremo en ambos lados y también en funciones de interior. Todo un puñado de alternativas que le entrega una pieza que hace dos veranos parecía más fuera que dentro de Heliópolis. El chileno lo quiso incluir en su proyecto tras varias cesiones. El canterano se quedó y aceptó el reto de ganarse un sitio desde la lucha diaria. Hasta conseguirlo.

Su papel de comodín interminable se multiplicó en esta campaña. Bellerín se marchó y el club no pudo traer a otro lateral diestro para competir. Tiene a Martín Montoya y a Sabaly, pero ambos se encontraban lesionados en el inicio liguero. La apuesta por Ruibal dio sus frutos desde el minuto uno: tomó un rol atrevido en esa posición y en la primera jornada fue decisivo en la goleada ante el Elche provocando una expulsión merced a una diagonal de vértigo. Desde entonces, es uno más en esa competencia por tomar los mandos del carril diestro.

El dilema llega ahora al tejado de Pellegrini. Con Sabaly y Martín Montoya de regreso, ¿qué rol toma Ruibal? El técnico es consciente de que resaltan algunas de sus virtudes cuando juega de lateral, aunque las necesidades del equipo también aparecen ahora en los extremos tras la lesión de Juanmi. Para Ruibal, no hay problema en escena. Aceptó jugar donde decidiera Pellegrini y dejó claro que su deseo es ser de la partida en cada duelo. Sea donde sea. Su versatilidad es indudable y para el técnico chileno se trata de un arma básica en su plantel a las puertas de un calendario que exigirá mucho más a partir de octubre.