Rekik ha estado disponible los mismos partidos que lleva lesionado
El central ha jugado en 14 encuentros y ha estado a disposición de los entrenadores del Sevilla en 21, los mismos que ha visto desde la enfermería
Karim Rekik es el ejemplo perfecto de la errónea planificación que realizó este verano la dirección deportiva del Sevilla, encabezada por Monchi, en lo que a la gestión de la defensa se refiere. En un mercado en el que salieron del equipo dos bastiones, que además lo jugaban todo y cuyas marchas eran seguras, como Koundé y Diego Carlos, el de San Fernando y su equipo decidieron suplir dichas ausencias con Marcao y Nianzou, quedándose Rekik como tercer central. Es decir, que con tres centrales, además de a los jugadores que se pudieran recolocar en dicha posición como emergencia, se afrontó una temporada con Liga, Copa del Rey y Champions League.
Una apuesta arriesgada, teniendo en cuenta que Diego Carlos y Koundé casi no se lesionaban ni eran sancionados. Pero una apuesta demencial si la alternativa a ambos era un jugador de cristal como Rekik. Porque el ex del Hertha de Berlín ya acumula esta temporada los mismos partidos lesionado que en los que ha estado disponible. La cuenta es sencilla: ha disputado 14 partidos y se ha quedado en el banquillo en siete, lo que suma 21. Los mismos 21 que ha visto desde una enfermería en la que lleva alojado desde el 5 de febrero, cuando jugó por última vez. Desde entonces, ya son diez partidos de baja.
En el fútbol ocurren muy pocas cosas por casualidad. Y desde luego las eternas bajas por lesión de Rekik no han llegado inesperadamente, puesto que la temporada pasada ocurrió lo mismo. Jugó 26 partidos, estuvo disponible en 33 y se perdió 19 por lesión.
Monchi decidió el pasado verano realizar una apuesta similar a la que hizo en 2019 cuando fichó a Diego Carlos y Koundé. Apostó por un brasileño veterano y contundente, Marcao, y por un francés prometedor como Nianzou. El primero lleva lesionado desde antes de aterrizar en Sevilla y el rendimiento del segundo, por ser amable, se puede calificar de irregular. Pero la diferencia es que en 2019 había otros dos centrales en la plantilla, Carriço y Sergi Gómez.
El colmo del despropósito fue la contratación de Sampaoli, un entrenador que juega con tres centrales y que ha tenido que formas defensas con mediocentros y laterales. Se pidieron dos refuerzos para el centro de la defensa en el mercado invernal. Llegó Badé y se fichó a Gattoni para el año que viene. Y éste es el panorama que se encuentra Mendilibar en su estreno. Aunque al vasco, experto en estas lides, seguro que no le habrá sorprendido encontrarse lesionado a Rekik.