RdT en su laberinto
A dos semanas del cierre del mercado, el delantero continúa sin propuestas, sin haber entrenado y con el Mundial de Qatar en juego.
Raúl de Tomás no es Simón Bolívar ni su historia da para un libro del desaparecido Gabriel García Márquez (‘El general en su laberinto’), aunque el laberinto en el que ahora mismo se encuentran el Espanyol y él sí que podría deparar un documental. A dos semanas para el cierre del mercado, el delantero, que la semana anterior notó molestias cuando se reintegró al grupo, continúa sin propuestas firmes y el club perico, a la espera de las acontecimientos. La situación se agrava para el madrileño con la vista puesta en el Mundial de Qatar de noviembre.
RdT vive ahora mismo una contrarreloj que finalizará el día 31 de agosto, cuando expire el mercado. Ambas partes están de acuerdo en que lo mejor es una salida dadas las circunstancias aunque ninguno lo reconozca públicamente. El técnico tiene una manera de jugar de difícil encaje con la predisposición del madrileño, que pide un trato más particular como el que tenía Vicente Moreno con él, avalado por los 17 goles y por su condición de internacional. Además, es consciente la dirección deportiva de que la marcha del nueve ayudará a reforzar el equipo en otras posiciones y a sanar el límite salarial, dado el alto sueldo del jugador. Una lucha de objetivos que se ha ido advirtiendo desde la presentación de Diego Martínez: “La estrella es el equipo”.
Hay solamente dos escenarios en el final de esta historia, de la que públicamente no ha participado RdT, quien no habla desde junio cuando acudió con la Selección. En esa entrevista en Rac-1, el delantero ya aventuró el lío del verano. “Es una decisión en la que las personas piensan una cosa, el club otra y yo puedo pensar una diferente. Pueden pasar muchas cosas. Habrá clubes que se interesarán, mi propio club puede querer venderme o no. Esto es un juego. Los mercados son así. Quizás al club le interesa hacer caja conmigo, o a mí me interesa quedarme o irme. Mucha gente cree que mi opinión vale. Hay que darle naturalidad. Pueden pasar las tres cosas”, dijo.
Aunque el Espanyol haya hablado públicamente de cifras cercanas a la cláusula si alguien quiere pescar al delantero, es prácticamente imposible que eso suceda. Dada la situación del jugador, es difícil que algún club pueda ofrecer más de 30 millones, por lo que el club perico debería decidir y flexibilizar los criterios con los que empezó el mercado si quiere venderlo. La salida de RdT supondría un impacto de unos ocho millones en el límite salarial, entre el salario y la amortización de su fichaje. Al margen habría que añadir el ingresos extraordinarios que también aumentarían el límite.
Los problemas en la venta del futbolista son las cifras que se firmaron en su momento. El Espanyol hizo la mayor inversión de su historia pagando 22,5 millones al Benfica (más un 20% de la plusvalía futura en caso de venta) y el mayor contrato también, pues el jugador absorbe un 10% del salario de la plantilla y firmó seis años y medio. El club comprador debe también absorber esa cantidad y hacerle una propuesta atractiva a RdT. Aunque la agencia de representación sigue buscando una oferta y hay interés, por el momento no ha llegado nada sólido. RdT sigue en el laberinto.