ATLÉTICO - SEVILLA
Quique y Ramos: un ángel y el peor demonio en la visita al Atlético
El entrenador puso luz y títulos previos a la era Simeone; el camero dejó a los colchoneros sin ganar la Champions en el último instante de la final de Lisboa.
Llega este sábado el Sevilla al Metropolitano con dos viejos conocidos del Atlético al frente: uno, Quique Flores, de dulce recuerdo para los colchoneros, pues dio luz (y un título europeo) en medio de la oscuridad de muchos años, poco antes de que el Cholo Simeone devolviera la grandeza definitivamente al club rojiblanco. Y, Sergio Ramos, el demonio que ejerció como uno de los mayores verdugos en la historia del Atleti, donde nunca olvidarán su gol en el 93′ de la final de Lisboa 2014, cuando ya se saboreaba la Champions.
Aquel tanto del defensa camero con el Real Madrid no resolvió la final, pero sí puede decirse que la ‘decidió’. El 24 de mayo de 2014, a las 21.37 hora local, una más en España, Ramos aprovechaba un córner botado por Luka Modric para levantarse por encima de la zaga de un Atlético que defendía con con uñas y dientes el gol de Godín en la primera mitad. Ya se celebraba el título, pero ese cabezazo que batió a Courtois, entonces rojiblanco, forzó una prórroga en la que los madridistas (4-1) arrasaron.
Era la Décima para el Madrid. Y la ‘cero’ para el Atlético. Al equipo que todavía entonces jugaba en el Vicente Calderón se le apareció de nuevo el fantasma de Schwarzenbeck, el central de un Bayern que el 15 de mayo de 1974, en el último minuto de una tiempo extra tras la que el Atlético iba a levantar su primera Copa de Europa, forzó otro desempate fatal para el club rojiblanco.
El contrapeso de reencontrarse con Ramos lo pondrá en el banquillo visitante Quique Sánchez-Flores, recién llegado a Nervión. El técnico madrileño entrenó en el Calderón entre 2009 y 2011. Llegó en muy mala dinámica para el Atlético, que en la jornada 8 de aquella 2009-2010 se encontraba a un punto del descenso. Finalmente, una plantilla con Forlán, Agüero y De Gea, entre otros, acabó novena pero consiguió un hito: ganar en Hamburgo (Alemania) la primera Europa League del club rojiblanco, el 12 de mayo de 2010, al derrotar por 2-1 al Fulham inglés.
Posteriormente, ya en agosto, Quique ampliaría ese palmarés al derrotar al Inter de Milán en la Supercopa de Europa. Su gran lunar, casualidades de la vida, sería caer derrotado en la final de Copa del Rey ante el Sevilla en el Camp Nou, días después de lograr esa primera Europa League. A aquel duelo el Atlético llegaba como gran favorito, pero sucumbió ante el último Sevilla campeón de Copa (2-0) con goles de Diego Capel y Jesús Navas.
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