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ATLÉTICO DE MADRID - MALLORCA

¿Qué fue de Ibagaza? El caño que iluminó a Mallorca y Atlético

El argentino era un mediapunta a la antigua usanza, generador de ocasiones para Eto’o y firmado por el Atlético para suministrar a Torres. También militó en el Villarreal.

Ibagaza, durante un partido con el Atlético.
FELIPE SEVILLANODIARIO AS

En los tiempos que corren, la posición del mediapunta ha quedado prácticamente enterrada en el olvido. Ese jugador técnicamente sobrado y encargado de suministrar balones al delantero, el que levantaba al público del asiento y dejaba detalles de clase mientras, habitualmente, se escaqueaba en las funciones defensivas. Ahora, el despliegue físico y la táctica ha desplazado del sistema a ese ‘10′ más liviano, anárquico, irregular e impredecible. Sin embargo, a principios de siglo era un puesto al alza. Los Valerón, Riquelme, Guti, Djalminha, Aimar, De la Peña y compañía lucían en Liga... y en un Mallorca de Champions era Ariel Miguel Ibagaza el encargado de poner la magia.

El argentino desprendía calidad a mansalva en su 1,66 de altura que le sirvió para dejar huella en un Mallorca de Champions League y también en un Atlético muy diferente al actual, aquel que navegaba a la deriva en la mitad de la tabla tras haber regresado a Primera dos temporadas antes de su fichaje. Una situación que nada tiene que ver con el partido entre ambos clubes de este sábado en el Cívitas Metropolitano. Además, formó parte de un gran Villarreal. ‘El caño’, como era conocido por su facilidad para hacer pasar el balón entre las piernas de sus rivales, llegó a España de la mano de Héctor Cúper, con quien había triunfado en Lanús, y disputó 344 partidos en Primera División, el argentino que más hasta que le superó Messi. Nadie más ha llegado a esas cifras. Antes de colgar las botas, Ibagaza pasó los últimos años de su carrera en Grecia para quedarse. No se desligó del Olympiacos, donde lleva desde 2016 evolucionando en el banquillo y ejerce en la actualidad como técnico del segundo equipo.

Ibagaza celebra un gol con el Mallorca.
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Ibagaza celebra un gol con el Mallorca.DANI CARDONAREUTERS

Inicios en Lanús y llegada a un Mallorca de ensueño

Ariel Miguel Santiago Ibagaza (27 de octubre de 1976, Buenos Aires, Argentina), comenzó su carrera deportiva en Lanús, hasta debutar con el primer equipo en el año 1994. Con la selección juvenil albiceleste, el caño levantó en Qatar el Mundial Sub-20 de 1995. Enlazó su crecimiento en Lanús con una generación de jugadores que más tarde se trasladaría a España en la que destacaban Carlos Roa, Siviero, Óscar Mena o Gabriel Schürrer. Su explosión futbolística llegó en el 1996, cuando el club argentino ganó la Copa Conmebol, precursora de la Copa Sudamericana, imponiéndose en la final a Santa Fé por un global de 2-1. Ibagaza partía desde la mediapunta y destacaba por su visión de juego, último pase, manejo de balón, calidad y destreza en el esférico parado. El técnico de aquel histórico equipo era Héctor Cúper, que llegó a Lanús en 1995 y se marchó en verano de 1997 para dirigir al Mallorca.

El entrenador argentino llegó a la isla con peticiones: Roa y Mena como primeros refuerzos en el equipo bermellón e Ibagaza una temporada después tras abonar tres millones de dólares por el 50% de su pase (le acompañó Siviero). El menudo futbolista salió de Argentina con 22 años en el inicio de la temporada 1998-99 para jugar en un Mallorca que el curso anterior había sido finalista de Copa del Rey y había concluido la Liga en la quinta plaza. Su desembarco en España fue asombroso, presentándose con el 10 a la espalda para ganar la Supercopa de España ante el Barcelona, titular en ambos encuentros, y acabando la temporada con seis goles anotados, uno de ellos en la victoria liguera contra el Real Madrid (2-1). El Mallorca fue tercero con 66 puntos, solo dos menos que el conjunto blanco y a 13 del Barcelona, campeón doméstico. Además, el caño completó la final de la Recopa de Europa donde el Mallorca cayó derrotado por 2-1 ante una Lazio con Nesta, Nedved y Vieri como estrellas. Un año brillante que llevó a Héctor Cúper al Valencia.

Pero Mallorca no se iba a quedar de brazos cruzados. Incorporó a Samuel Eto’o para su ataque en enero del 2000 y se convirtió en la referencia perfecta para un Ibagaza que lanzaba los ataques a la velocidad del camerunés, encargado de definirlos. En la temporada 2000-01 el argentino logró 10 tantos, su mejor curso de cara a puerta. La relación entre Ibagaza y Eto’o vivió su mayor esplendor en 2003, cuando el Mallorca levantó la Copa del Rey, todo ello con Gregorio Manzano en el banquillo. El jienense fue otro técnico muy influyente en su carrera. Eto’o acabó la temporada con 19 goles e Ibagaza fue determinante en muchos de ellos. Dos de los tantos del africano llegaron en la final del torneo copero, donde se impusieron al Recreativo por 3-0. En cuartos de final habían eliminado al Real Madrid tras golear por 4-0 al equipo blanco en Son Moix con una asistencia mágica del argentino al camerunés.

Ibagaza celebra con Álvaro Novo, Poli y Eto'o un gol con el Mallorca.
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Ibagaza celebra con Álvaro Novo, Poli y Eto'o un gol con el Mallorca.DANI CARDONAREUTERS

Un Atlético muy diferente al actual

Sus cinco grandes temporadas en el Mallorca llevaron al Atlético de Madrid a invertir unos cinco millones de euros para lograr su fichaje, tras años suspirando por el talento de Ibagaza. Fue una petición expresa de Gregorio Manzano, nuevo inquilino del banquillo rojiblanco. Una vez asentado en Primera, el Atlético proyectaba su curso con el objetivo de pelear por Europa, pero no tendría el éxito esperado. Ibagaza fue titular indiscutible y partió en el once en 31 partidos de los 38 que jugó en su año de debut y llegando a debutar con la selección argentina absoluta. El centrocampista se mantendría dos temporadas más en el Atlético, donde se convirtió en el mejor socio de un Fernando Torres que ya capitaneaba al equipo.

Su asistencia más recordada se produjo en el Camp Nou, un extraordinario taconazo en el primer minuto de partido que el Niño definió ante Valdés. El partido finalizaría con la victoria colchonera por 0-2, doblete de Torres. El Atlético no consiguió el salto de calidad esperado e Ibagaza perdió protagonismo en la temporada 2005/06, aunque fue titular en un nuevo triunfo en el Camp Nou (1-3) que sigue suponiendo el último rojiblanco en el feudo blaugrana. Las lesiones le impidieron tener continuidad en la segunda vuelta y se despidió del club viendo la roja directa en su último duelo como rojiblanco, contra Osasuna en el tiempo añadido en la jornada 36. Sus 106 partidos en el Atlético le sirven para tener su placa en el Paseo de Centenarios del Cívitas Metropolitano.

Ibagaza, durante un derbi entre el Atlético y el Real Madrid.
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Ibagaza, durante un derbi entre el Atlético y el Real Madrid.HELIOS DE LA RUBIADIARIO AS

Mallorca, Villarreal y Olympiacos

Ibagaza regresó al Mallorca para militar sus dos últimos cursos como bermellón. De nuevo bajo el mando de Manzano, recuperó un papel protagonista y dejó una buena campaña 2007-08 con siete dianas antes de fichar por el Villarreal. Pese a que Mallorca ya era su casa, el proyecto del Submarino Amarillo le ofrecía regresar a la Champions y competir por cotas altas. Ibagaza fue importante en una plantilla donde destacaban Marcos Senna, Bruno, Pires, Cani o Cazorla en el centro del campo y Giussepe Rossi y Nihat Kahveci en ataque. Tras un segundo curso menos prolífero en el Villarreal, saldría con destino al Olympiacos con un balance de 343 partidos en Primera, el argentino que más hasta que le superó Leo Messi. Se mantiene entre los 15 extranjeros con más partidos de la historia de LaLiga.

En Grecia vivió los últimos años de su carrera y consiguió cuatro Ligas y dos Copas del país heleno antes de jugar un último curso en el modesto Panionios en la temporada 2014/15. Tras colgar las botas, afirmando públicamente que le hubiese gustado recibir una oferta del Mallorca para haber disputado un último año en el club, su vida continuó ligada a Grecia. Después de formarse como director deportivo en España y lograr el título de entrenador regresó a El Pireo para comenzar su aprendizaje en los banquillos en Olympiacos. Ejerció como segundo entrenador en las categorías inferiores del club, trabajando con los Sub-17, hasta hacerse cargo del segundo equipo de Olympiacos, el Sub-23. Este sábado se enfrentan los dos equipos donde más partidos disputó en la élite. Un Ibagaza que es historia de la Liga y que guio al mejor Mallorca que se recuerda. El asistente de Eto’o y Torres. El caño, uno de esos jugadores que se encuentran en peligro de extinción hoy en día.

Ibagaza dirige un partido del segundo equipo de Olympiacos.
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Ibagaza dirige un partido del segundo equipo de Olympiacos.@AIbagaza

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