Óscar Plano: “Al Madrid nunca le puedes dar por muerto”
El canterano madridista cumple su sexta temporada en el Real Valladolid, equipo con el que visita el Bernabéu con la ilusión de llevarse la victoria con un gol suyo.
Óscar Plano (Móstoles, 11 de febrero de 1991) pasó 13 años en la cantera del Real Madrid, donde se hizo jugador y persona, como él mismo reconoce, aunque tiene la pena de no haber podido debutar con el primer equipo. El partido del domingo no será su estreno en el Bernabéu, pero cada visita es especial a la que fue su casa con un Real Valladolid necesitado, donde es el único jugador que ha disputado minutos en todos los encuentros de esta temporada.
¿Cómo está?
Muy bien, muy contento de haber vuelto a Primera, de que el míster esté contando conmigo, creo que estamos haciendo un gran trabajo. Estamos en una posición donde sabíamos que podíamos estar, con muchos equipos luchando por el mismo objetivo, aunque creo que de los que estamos ahí abajo somos los que mejor tratamos el balón, mejor jugamos al fútbol. Esperemos que no tengamos problemas para conseguir el objetivo, la permanencia, pero esto es una carrera de fondo y hasta que no lleguemos a los puntos que necesitamos seguiremos peleando.
¿Por qué hay tanta diferencia entre partidos del equipo que juega muy bien y otros en los que parece que le cuesta competir?
No nos olvidemos de que jugamos contra equipos muy buenos. El otro día viene el Athletic, que es un grandísimo equipo, que está jugando en Europa, que tiene jugadores de alto nivel y puede ser que no estuviéramos al nivel que deberíamos estar, pero sinceramente creo que estamos haciendo una gran temporada, que el equipo está compitiendo en todos los partidos de sobresaliente. Es verdad que en algunos partidos no hemos sabido cómo manejarlos dependiendo de situaciones para dar un pasito atrás o para adelante, pero creo que el equipo está capacitado para sacar esto adelante.
Usted es el único jugador de la plantilla que ha jugado en los 26 partidos que ha disputado el Real Valladolid...
Estoy muy agradecido al entrenador, a mis compañeros, al cuerpo técnico. Creo que estoy a un gran nivel, tanto en la banda derecha, como en la izquierda, como por el centro. Estoy rindiendo bien, intentando ayudar al equipo lo máximo posible, aunque es verdad que tengo la espinita de no poder ayudar con más goles o más asistencias. Este año no tengo facilidad para ver puerta, pero siempre digo que el sacrificio no se negocia. Todos peleamos por el escudo, por la camiseta. Jugar siempre, que confíen en ti, ver que están contando contigo y te valoren como lo hace el míster es importante. Siempre digo que aunque no juegue de titular siempre lo intento hacer lo mejor posible para ayudar a conseguir el objetivo, que es seguir en Primera el año que viene.
Y cuando llegan las críticas... ¿cómo las asume?
Sinceramente, me afectaron mucho porque me da la sensación de que la mecha es muy corta para jugadores que llevamos muchos años aquí. Para mí es difícil de entender. Eso no quita para que asuma que es respetable, que cada uno tiene una manera de valorar a cada jugador. Llevo dos años trabajando con profesionales externos al fútbol que me ayudan a manejar estas cuestiones. Las redes sociales, a veces, hacen mucho daño, pueden llegar a ser dañinas. La supuesta libertad de expresión muchas veces permite sobrepasar límites. Me borré de las redes porque era una herramienta que no me ayudaba. Entre mi familia, mis amigos y los profesionales que me están ayudando soy capaz de gestionar mejor esas críticas.
¿Qué es lo que más le duele de esas críticas?
Puedo jugar bien o mal, hacer partidos buenos o malos, pero nadie puede decir que no sudo la camiseta, que no he peleado por un balón. Claro que te puede salir mejor o peor, eso pasa en cualquier trabajo, y siempre intento correr el que más, pelear el que más, y a veces no me he sentido valorado.
Usted acaba contrato... ¿Eso le influye?
A la hora de jugar, no, porque cuando pita el árbitro me olvido de lo externo, competir al máximo por la camiseta y conseguir los tres puntos, pero es verdad que, aunque no quieras, se va acercando el final y te entra un poco el nervio de saber dónde estarás el año que viene o que hará el club. Te agobia un poco, pero mi único objetivo es que consigamos la salvación.
¿Ha habido conversaciones?
No, sé que están muy contentos conmigo en el club, me han dicho que han visto que he dado un paso adelante con respecto al año pasado, que estuve bien, pero no todo lo bien que tenía que haber estado. Sé que el club está contento, pero no ha habido nada todavía.
Cuando las críticas vienen de fuera, pero el club está contento con usted y todos los entrenadores le ponen...
Eso me lo dicen mucho, si todos los entrenadores confían en mí algo bueno estaré haciendo. Yo me centro en hacer mi trabajo.
El partido del domingo... ¿le ilusiona, le emociona, le pone nervioso?
(Risas). Todo lo que has dicho es lo que me pasa. Esa es mi escuela, mi casa durante 13 años. Allí aprendí todo lo que sé, no sólo respecto al fútbol, sino también en cuanto a valores, a saber tratar a la gente, a conocer el sacrificio que hay que hacer para llegar a Primera.
¿Cómo fue su llegada al Real Madrid?
Pues llegué muy temprano, con 10 añitos. Me llamaron el Real Madrid y el Atlético de Madrid en el mismo día. Era mi primer año de fútbol 11 en Móstoles, jugaba de extremo izquierdo, y nos llamaron a otro compañero y a mí. La verdad es que en el Madrid me salieron muy bien las pruebas, desde el primer partido hablaron con mis padres para decirles que querían contar conmigo. Yo me quería quedar porque ya solo con que me dieran la camiseta para mí era algo muy grande. En el Madrid vi mucha energía, muchas ganas, a la gente muy ilusionada conmigo. He dejado muchos compañeros atrás, que no consiguieron llegar donde he llegado yo. Siempre estaré muy agradecido al Real Madrid.
El hecho de haber tenido muchos compañeros que se han quedado por el camino, ¿le ayuda a valorar lo que ha conseguido usted?
Sí, claro. Algún día, cuando mis hijos sean mayores, les diré lo que cuesta ser profesional en deporte o incluso trabajo en el que quieres ser el mejor y llegar a lo más alto. Había gente que iba a la selección española de las diversas categorías y no han llegado a nada, yo nunca fui y he llegado a Primera. Ser bueno de pequeño no te garantiza nada. Hay que pelear día a día y tener gente detrás que sepa guiarte. En mi caso mis padres, mi hermano, que son claves en mi formación. Han sacrificado mucho por mí, han tenido que dejar trabajos, pedir horas, para llevarme a entrenamientos. Yo vivía en Móstoles y Valdebebas está a dos horas en tren. Iba en tren con mi madre y luego mi padre iba a buscarnos para llegar a las 11 o 12, cenar rápido y a dormir porque, al día siguiente, había clase y trabajo. Mi hermano tuvo que dejar días de trabajo para llevarme a entrenar porque mis padres no podían. Al final, llegar donde he llegado y poder dedicarles los partidos a ellos, a mi mujer, a mis hijos, para mí es un orgullo.
Los niños... ¿entienden lo que hace papá?
Bueno, la pequeña cumple esta semana dos añitos, el mayor ya tiene cinco. Este año ya es más consciente, disfruta más de venir al fútbol, del ambiente, de los partidos. No quiero influir en lo que haga en el futuro, pero quiero que disfrute del tiempo que me queda jugando.
¿Le recomendaría que fuera jugador de fútbol?
Yo lo que le recomendaría es que sea feliz y haga lo que le gusta. No voy a ser un padre que le meta por los ojos que sea futbolista. Es muy pequeño. Juega al fútbol, al golf, al pádel, va a esquiar, a natación. Le gusta hacer mucho deporte y lo que quiero es que cuando sea consciente pelee por hacer lo que le gusta.
¿Qué va a sentir usted el domingo?
Bueno, sólo con ver el escudo del Real Madrid junto al del Real Valladolid me va a traer muchos recuerdos. Tengo compañeros que están todavía allí (Nacho, Carvajal, Lucas) y, al final, tienes el corazón partido, pero siempre pelearé por la camiseta que defiendo en cada momento. Sabemos que es muy difícil sacar algo allí, pero ya lo hemos hecho hace unos años (empate a uno en la temporada 2019-20). Creo que si mantenemos nuestro nivel fuera ante los equipos grandes creo que se lo vamos a poner muy difícil.
¿Qué destacaría del Real Madrid ahora mismo?
Destacar algo del Madrid es complicado. Son jugadores top, en cualquier momento te pueden hacer una. Vinicius es muy desequilibrante, Modric, Benzema... Jugadores que en cualquier momento te la pueden liar. Si somos un bloque unido y entendemos los momentos podemos ponerle las cosas difíciles...
Si pudiera quitar a uno, que lo reserve Ancelotti para la Copa ante el Barcelona, a quién elegiría...
A todos... Complicado. Yo creo que Vinicius ahora es muy desequilibrante, en tres cuartos es capaz de resolver un partido con un gol, una asistencia. Es muy incisivo en el uno contra uno, hace sacrificarse mucho al lateral y al extremo.
¿Pueden estar despistados por aquello de que la Liga la tienen muy lejos y el miércoles tienen el partido de vuelta de la Copa ante el Barça?
El problema del Madrid, más bien es una virtud, es que los equipos que piensan que pueden estar despistados, cuando pensamos que tienes controlado el partido, que en los primeros minutos tienes el balón... eso es mentira. Ellos se preparan para darte el martillazo en cualquier momento. No podemos confiarnos. En Zorrilla hicimos un grandísimo partido, les tuvimos dominados casi todo el encuentro, pero en el 80 te marcan un penalti, un gol y te vas con 0-2 pese a hacer un partidazo. Lo vimos el año pasado en Champions, que le meten dos, que parece que está muerto, pero el Madrid nunca está muerto.
¿Qué supone para usted tener como presidente a Ronaldo?
Sabemos lo que ha sido Ronaldo, al final, cuando viene aquí nos da sus consejos, cómo gestionar dónde estamos, nos da datos para poder ayudarnos... sobre todo a los delanteros. Al final, lo que te diga Ronaldo de base parece fácil, pero luego es muy difícil. Nos dice que tengamos pausa en el área o tranquilidad, pero son pocos los que lo pueden hacer y uno de ellos era Ronaldo. Es evidente que tener un presidente que ha jugado, que sabe por lo que pasamos, lo que sentimos tanto en los momentos malos como en los buenos también es un plus para el equipo. Es igual que los entrenadores. Los que han jugado al fútbol creo que se pueden meter más en la piel del jugador.
¿Seguirá de blanquivioleta el año que viene?
No sabemos, yo lo primero que quiero es que el club se mantenga en Primera y después ya veremos.
¿Se atreve con una porra?
0-1 en el minuto 89, gol mío (risas).
