Óscar Gil y el sentido común
El lateral derecha, aún con molestias, espera volver a la titularidad este domingo después de tres partidos ausente en los que Diego Martínez cambió el sistema y desplazó a Calero.
“¿Qué buscaba? Buscaba uno, porque no teníamos”. La frase la pronunció Diego Martínez en el Nuevo Mirandilla después del empate ante el Cádiz (2-2) respondiendo a la pregunta sobre por qué situó de nuevo a Fernando Calero de lateral derecho. Una posición poco frecuente para el vallisoletano, inédita en su carrera hasta hace justo dos semanas ante el Valencia en el RCDE Stadium. El entrenador se lamentó de la ausencia de Óscar Gil (pudo disputar unos minutos al final tras recuperarse de su lesión) y de Rubén Sánchez, mientras que afirmó que Aleix Vidal prefiere jugar de extremo y Omar El Hilali es el comodín por si ocurre un problema en la izquierda.
Después de ser titular en las primeras cinco jornadas del campeonato, el alicantino debería regresar a la alineación este domingo ante el Valladolid (18:30) aunque el viernes hizo el entrenamiento en el gimnasio y no ha hecho limpio de sus molestias. En sus tres partidos de ausencia, Diego Martínez ha modificado su sistema y ha desplazado a jugadores para cubrir su vacío. En San Sebastián, utilizó una defensa de cinco en la que Omar debutó de titular en Primera como carrilero derecho. El canterano, de apenas 19 años, no completó acciones de ataque con éxito pero en comparación con Óscar Gil promedio mejor índice de éxito en duelos, menos en pases, según los datos de Comparisonator. Jugó apenas 55 minutos.
No le convenció al entrenador, que decidió la siguiente jornada ante el Valencia alinear a Calero en una posición virgen. Al central, comodín para el técnico gallego, le tocó lidiar con Samuel Lino. Especialmente en la primera parte llegó el peligro ché por ese costado. En la posterior conferencia de prensa, Diego Martínez argumentó que Lino le genera peligro a todos los rivales. El agujero perico por ese costado también fue determinante en Cádiz, especialmente en el tanto del 2-2 en el que ‘Pacha’ Espino le gana la tostada y pone a placer el centro a Lucas Pérez.
La vuelta de Óscar Gil le da sentido común al equipo, aunque los números con el alicantino son similares a los que se han conseguido en estos tres encuentros sin él. El Espanyol sumó en las primeras cinco jornadas cuatro puntos (0,8 por partido) y recibió diez tantos, una media de dos tantos; en los siguientes tres encuentros, los pericos han sumado dos puntos (0,67) y han recibido seis goles, la misma media de dos por jornada. Los blanquiazules han perdido peso de los laterales en ataque, mientras que Aleix Vidal ha suplido ese hándicap.