Modric inmortal
Coronó su récord de longevidad en el Madrid, superando a Puskas, dando una asistencia de genio. “Es una suerte tenerlo”, dice Ancelotti.
EI cerebro siempre dominará al músculo. Aunque el fútbol utilice GPS, introduzca sesudos estudios, se usen máscaras de 30.000 euros para medir la capacidad respiratoria y cada vez parezca más un laboratorio de la NASA, lo que se cuece en los lóbulos frontales dentro de la cabeza de los grandes futbolistas es lo que sigue marcando las diferencias reales. La creatividad puede ser arrinconada por la ‘atleticidad’, pero nunca derrotada, al menos mientras jugadores como Luka Modric sigan atándose unas botas.
En Vigo adornó su inabarcable historial con un récord más. Al que ya tenía de futbolista con más títulos de la historia del Madrid, con 27 tras alzar la pasada Supercopa de Europa, ahora el balcánico ha añadido el de ser el más veterano en vestir el escudo más laureado del planeta. Cuando pisó el rectángulo de juego en Balaídos lo hizo con 39 años y 40 días, batiendo a Puskas, que en 1966 fue alineado con 39 años y 36 días. Del Cañoncito a la mecha que encendió el triunfo blanco en Vigo.
Sin ideas. El club viene empujando a Ancelotti a buscar un centro del campo de martillo neumático y poco cincel. Con Tchouameni convertido de nuevo en un desagüe (cuando entró Luka, su balance era de dos recuperaciones y cuatro pérdidas), las riendas no las reclamaba nadie. Ni Valverde ni Camavinga, que está dejando pasar una oportunidad de oro para hacer su vistosa zurda indispensable.
Tres partidos completos en diez días
En medio del correcalles que cada vez parece menos seductor para el Madrid, alguien tenía que poner las ideas. Modric siempre las tiene y de paso también está desmontando teorías sobre sobreesfuerzos. En diez días se metió tres partidos completos entre pecho y espalda (Villarreal y Escocia y Polonia durante el parón internacional) con viajes a Zagreb y Varsovia incluidos. Pues salió en Balaídos sin rastro de fatiga física ni mental y en tres minutos desarticuló con una asistencia genial para Vinicius a un Celta que estaba más que bien pertrechado por Giráldez. Si con músculo no se puede y con Modric sí, algo tendrá el agua cuando la bendicen. “Es y sigue siendo un futbolista fantástico, aunque no sea un niño”, convino Ancelotti tras el apurado triunfo. “Es una suerte para el Madrid tenerlo”.
Modric tiene fútbol más que de sobra como para llevar el récord hasta los 40 años. Si quiere y si, sobre todo, le dejan.
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