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ATLÉTICO DE MADRID

La vuelta al Mundo en 742 partidos de Witsel

El centrocampista ha jugado en el Standard de Lieja, Benfica, Zenit, Tianjin Quanjian y Borussia Dortmund antes de vestirse de rojiblanco.

EFE
La vuelta al Mundo en 742 partidos de Witsel
INA FASSBENDERAFP

Cuando era un niño, entre el fútbol callejero, el pabellón y la Academia del Standard de Lieja, a la que llegó con nueve años, Axel Witsel proyectó el medio centro con 742 partidos oficiales en su carrera, 124 como internacional con la selección belga, que ha recorrido medio mundo, desde su ciudad natal hasta el Metropolitano, pasando por China, Rusia, Portugal y Alemania, para recalar en el Atlético de Madrid con 33 años.

En Vottem, a unos diez kilómetros de Lieja, la ciudad donde nació el 12 de enero de 1989, empezó todo para Witsel, que a los cuatro años ya no soltaba el balón. Ya jugaba en el club de su ciudad, acudía a cada partido de su padre en una división inferior y disfrutaba más del fútbol sala que del fútbol, por el que se decantó definitivamente cuando el Standard de Lieja lo eligió para su cantera. Tardó un año en convencerlo de que ese era su futuro.

Entonces jugaba en el Vise, otro club famoso de la región. Al año siguiente volvieron a intentar ficharlo. “Si vienen dos veces tienes que irte”, le dijo su padre, según rememoró Witsel esta temporada en una entrevista a la página web oficial de la Bundesliga.

"El fútbol sala y en la calle te ayudan mucho técnicamente", enfatiza en ella. También recuerda cuando sintió que sería profesional, cuando se propuso de verdad tal desafío: "Un día jugaré en ese estadio", le dijo a su padre con "nueve o diez años".

Ese estadio era el Maurine Dufrasne del Standard de Lieja, en el que debutó con el primer equipo con tan solo 17 años, cuando reemplazó a Steven Dufour en los instantes finales, en septiembre de 2006.

En 2008 fue elegido el mejor jugador de Bélgica a punto de cumplir los 20 años, cuando ya había sido campeón dos veces de Bélgica y vislumbraba todo lo que vendría después: su participación en dos Mundiales y en dos Eurocopas, los títulos de la Liga portuguesa con el Benfica y la rusa con el Zenit, la Copa de Alemania con el Dortmund... Y ahora el Atlético.

Una década después de que la prensa portuguesa diera por hecho su fichaje por el Real Madrid, que jamás se produjo, el internacional belga aterriza en la Liga española para rearmar el medio centro del conjunto rojiblanco, entre el recuerdo del impacto de Tiago Mendes en el esquema de Diego Simeone, la indefinición en esa demarcación de la última temporada, la salida de Héctor Herrera y la condición específica que representa Witsel.

Entre Lieja, de la que salió en 2011 hacia el Benfica, y el Metropolitano hay once años de diferencia y cuatro clubes.

Un año nada más en el conjunto lisboeta, cuyo nivel lo realza que el Zenit San Petersburgo desembolsó en apenas una campaña de recorrido los 40 millones de euros que figuraban en su cláusula de rescisión.

Cinco cursos militó en el club ruso (en dos ocasiones como rival del Atlético en la Liga de Campeones 2013-14), cuatro en el Dortmund, también dos veces como adversario de Simeone... Y, entre medias, la aventura millonaria en China.

En 2017, a Witsel lo atrajeron las impresionantes cantidades económicas que agitaron entonces el fútbol mundial desde el gigante asiático. Él fue uno más de los que, en la plenitud de su carrera, fue seducido por la ‘burbuja’ de la Liga china. Con 27 años aceptó la oferta del Tianjin Quanjian, con el que firmó por tres temporadas a razón de unos 50 millones de euros en total cuando la Juventus insistía en contratarle para su plantilla.

“Fue una decisión muy difícil porque, por un lado, tenía una oferta de un gran equipo y un club con el nombre de la Juventus y, por otro, tenía una oferta que no podía rechazar por el futuro de mi familia”, admitió entonces a la revista italiana ‘Tuttosport’.

Pasó de ganar tres millones de euros en el Zenit por temporada a los 16 en China, a las órdenes de Fabio Cannavaro, el defensa internacional italiano que fue Balón de Oro. Ya jugaban en aquel país Carlos Tévez, Óscar, Hulk o Jackson Martínez. Después llegaría Yannick Carrasco, hoy de nuevo en el Atlético y compatriota de Axel Witsel, la primera pieza confirmada de la nueva plantilla del equipo rojiblanco.