La ‘vía italiana’ de La Fábrica
El Real Madrid y la cantera eligen Italia como mejor destino económico y futbolístico .
Rafa Marín (21 años) se une a la larga lista de canteranos que emigran a la Serie A en busca de una oportunidad para desarrollarse como profesionales. Tanto el Madrid como los jugadores ven con buenos ojos esta vía que deja satisfecho al club, por los ingresos que está consiguiendo a través de sus canteranos como a los propios futbolistas, que están encontrando en Italia un lugar idílico para jugar. Una tendencia reciente que cogió cuerpo desde el traspaso de Achraf al Inter en 2020, por 40 millones, cifra récord en las ventas de canteranos al fútbol transalpino.
Rafa Marín, el último canterano en cruzar el Mediterráneo
El sevillano pone rumbo a Nápoles por 12 millones de euros, tras una magnífica temporada en Vitoria donde ha disputado 35 partidos y ha sido pieza fundamental en la defensa de Luis García Plaza. Una operación redonda para todas las partes. El Madrid ingresa una alta cantidad económica sin perder de vista al futbolista. Y el proyecto de Conte consigue a un central de garantías para arrancar su reconquista del Scudetto.
El Madrid hace caja con canteranos que ni llegan a debutar
En este mismo mercado de verano, el Madrid ya hizo oficial la venta de Alex Jiménez (19) al Milán por cinco millones de euros. El canterano ya hizo escala cedido en el club rossonero la temporada pasada en su equipo Primavera pero logró disputar cinco partidos con el primer equipo. Al igual que con Rafa Marín, el equipo blanco se ha guardado una opción de recompra, en su caso por diez millones de euros.
Los dos tienen el ejemplo en Italia de Mario Gila (23 años), que formó parte cuatro temporadas de La Fábrica. Con 29 titularidades la temporada pasada en el Lazio de Sarri, se ha abierto camino en el Calcio. Llegó a debutar con el primer equipo blanco en 2022 y se marchó al club lacial dejando seis millones por el 50% de su pase.
El fútbol italiano como escuela de desarrollo
A la caza. Los cuerpos de scouting del balompié italiano tienen un ojo puesto en el talento que emerge cada año en La Fábrica. Incluso entre los proyectos menos punteros del club blanco. Es lo que sucedió con el extremo Pablo Rodríguez (22 años). Aunque destacó en el Juvenil madridista, con el que ganó la UEFA Youth League, su salto al Castilla no terminó de funcionar y se marchó al Lecce, equipo de la Serie B italiana, en 2020.
El verano pasado hubo un caso inusual. El cadete Hugo Humanes (ahora tiene 17 años) dejó el club blanco rumbo al Inter de Milán pese a ser uno de los delanteros más valorados de su generación. El chico y su entorno prefirieron abandonar Valdebebas en una decisión personal y el Madrid se vio obligado a aceptarlo y acordó su traspaso con la entidad nerazzurra. La próxima campaña actuará en el Sub-18 interista.
Todos ellos siguen la estela de Borja Mayoral y Achraf Hakimi que también se marcharon al país transalpino años antes. Vía que abrió puntualmente José Callejón en 2013. El motrileño se fue traspasado al Nápoles y allí hizo carrera: 351 partidos (82 goles) y dos Copas y una Supercopa de Italia en su palmarés. Callejón, a diferencia de Rafa Marín, Álex Jiménez y Gila, sí formó parte de la plantilla del primer equipo madridista. Esta nueva vía italiana abre una jugosa fuente ingresos con talentos de Valdebebas que no han logrado hacerse un hueco entre los mayores...
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