La Kubomania, el mayor antídoto de la Real Sociedad para Bellingham

La ‘Kubomania’ se ha instalado en San Sebastián. Takefusa Kubo engancha. Y mucho. No hay duda. La afición de la Real Sociedad ha encontrado otro ídolo y lo demuestra en cada partido que juega su equipo en el Reale Arena. Bueno, realmente lo demuestra cada día, porque no hay entrenamiento en el que participe el japonés que no tenga que pararse a la salida de las instalaciones de Zubieta para firmar autógrafos o sacarse fotografías. Muchos son compatriotas suyos, porque en Japón se sigue al detalle cada paso que da. Pero otros muchos son aficionados de la Real que aprovechan cada hueco para escaparse hasta Lasarte y esperar pacientemente en la puerta de Zubieta. Kubo atiende siempre con una sonrisa, no hay día que no detenga su coche y responda agradecido a la petición de los aficionados. En solo un año y unos pocos meses en la Real Sociedad, el japonés se ha metido en el bolsillo a los seguidores txuri-urdin.

Buena culpa tiene su gran primera temporada en el club donostiarra. Jugó 2915 minutos repartidos en 44 partidos (34 titular) en los que marcó 9 goles y repartidos otras tantas asistencias, convirtiéndose en uno de los atacantes más en forma del equipo de Imanol. Pero a esa fiebre por Kubo ayuda también el espectacular inicio de campaña que ha protagonizado el futbolista nipón. En cuatro partidos ha marcado tres goles y dado otras tantas asistencias. Es, sin duda, el jugador más en forma de LaLiga después de Jude Bellingham. De hecho, tras el jugador inglés es el máximo goleador. Nadie duda en el club donostiarra de que la ‘Kubomanía’ que genera el futbolista japonés es el mejor antídoto de la Real Sociedad al fabuloso estado de forma del jugador británico. Bellingham no para de ver puerta, incluso con su selección; pero Kubo no se queda atrás, y ha participado seis de los siete goles que ha marcado el equipo txuri-urdin en lo que va de liga. Una locura que resume perfectamente la importancia que ha adquirido en el juego de Imanol. Ha cogido las llaves de la Real y ha abierto la puerta del ataque realista. Con él todo es distinto.

Pero para que todo esto esté ocurriendo hay una explicación. Y puede que esté en la rápida y buena adaptación de Kubo a la Real y a San Sebastián. “Es un lugar muy tranquilo, para vivir es muy cómodo y toda la familia estamos muy a gusto. Vas por la calle y la gente es muy respetuosa, te deja muy tranquilo, no te molesta. Alguno si te para y te pide una foto, y te dice que ánimo a por el siguiente partido”, dice el japonés cuando se le pregunta por su vida en San Sebastián. De hecho, su hermano juega en la Real cadete y va a un colegio inglés, al que el propio Kubo es quién va a hablar con sus tutores junto a su madre para ver cómo va en los estudios. Y hasta chapurrea palabras en euskera. Dice “sirimiri” que es lluvia fina en castellano, o saluda o se despide en euskera, diciendo “Kaixo” o “agur”. Lo reconoció hace unos meses en una entrevista en la SER con su frescura y gracia habitual, esa que ha enamorado a los seguidores realistas, a los que se ha metido en el bolsillo, por su fútbol y por su manera de ser.

Take Kubo tiene contrato en la Real Sociedad hasta 2027. El club donostiarra pagó al Real Madrid por su fichaje 6,5 millones de euros el verano pasado. El club blanco solo tiene una opción preferencial para ficharlo en caso de que a la Real le llegue una oferta. Si la iguala y Kubo quiere volver, el Madrid se lo puede llevar. Y también tiene un 50% de la plusvalía de una futura venta. Es decir, teniendo en cuenta que tiene una cláusula de 60 millones de euros, por unos 25 millones lo podría recuperar. Por eso, el club donostiarra se ha marcado como una de las prioridades en los próximos meses revisar el contrato y mejorarle las condiciones, para adaptarle a la importancia que a día de hoy tiene en la Real. Incluso, se plantea hablar con el Real Madrid para negociar por su parte y para eliminar de esa manera el riesgo que pueda haber desde el club presidido por Florentino Pérez. Se trataría de un movimiento parecido al que hizo en su día con Alexander Isak con el Borussia Dortmund y con Carlos Vela con el Arsenal. Se trata de algo que es considerado como preferencial dentro de la planificación deportiva del futuro.