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BARCELONA

La caída a plomo del coeficiente de Ter Stegen

El alemán, que el año pasado terminó con un promedio de 0,47, supera el gol encajado por partido (1,08) y tiene casi imposible revalidar su condición de portero menos goleado que tenía encarrilada hace tres semanas.

Actualizado a
Marc-André ter Stegen se lamenta después de encajar uno de los goles en Montilivi.
Siu WuEFE

Hace apenas tres partidos, Ter Stegen volvía a parecer un portero inaccesible como durante buena parte de la temporada pasada. En plena forma después de operarse la espalda en invierno, el regreso a la solidez del Barça le había permitido dejar la portería a cero en seis partidos. Desde que Iago Aspas le batió en la jornada 25 de Liga, hasta seis equipos habían sido incapaces de batirle. Getafe, Athletic, Mallorca, Atlético, Las Palmas y Cádiz. La racha se rompió en el Bernabéu, cuando estaba a punto de batir su propio récord de imbatibilidad. Desde entonces, y como el tapón se hubiese abierto, no deja de encajar goles.

Al término de la jornada 31, Ter Stegen había encajado 15 goles en 21 partidos de Liga. El promedio, 0,71, le convertía en gran favorito para revalidar su condición de portero menos goleado del torneo. El Zamora, que entrega el diario Marca, obliga a jugar al menos 28 partidos. Pese a su lesión, el internacional alemán estaba a tiempo si jugaba todos los partidos (lleva 24 y quedan cuatro jornadas) y, de hecho, tenía una ventaja amplísima respecto a Unai Simón. Ahora, sin embargo, el portero titular de la Selección maneja un coeficiente de 0,94 después de una actuación extraterrestre en Getafe. Ter Stegen, con un 1,08 que será válido si juega los cuatro partidos que quedan, está lejos del portero del Athletic y también por detrás de Remiro, que tiene un 1,00 de coeficiente.

El promedio de goles encajados de Ter Stegen refleja la debilidad defensiva del Barça esta temporada. El curso pasado, el alemán terminó con un coeficiente de 0,47, el mejor de la historia de la Liga igualado con Liaño y Oblak. El 1,08 que le contempla ahora no permite luchar por ningún objetivo serio. Trece goles en los últimos cuatro partidos (PSG, Real Madrid, Valencia, Girona) han vuelto a torcer el gesto del alemán.

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