Kirian presenta el plan de prevención de riesgos para el domingo
El mediocampista se quita presión con la selección: “Llevo dieciséis partidos en Primera. Me centro en jugar y en divertirme”.
Las Palmas encara una semana con la sonrisa que dejó el pase a la siguiente ronda de Copa del Rey, y sobre todo, la victoria en Mendizorroza, primera en la élite y segunda en el historial de enfrentamientos mutuos en Vitoria. Sin embargo, el fútbol no para y ahora presenta otro de esos equipos que últimamente acostumbra a salir con premio del Gran Canaria, el Cádiz. No en vano, en el siglo XXI, solo una vez ha ganado la U. D. como anfitrión ante los gaditanos.
De eso hablaba Kirian casi sin sentarse en su conferencia de prensa de este miércoles. “Un equipo que nos suele costar bastante. Los recuerdos que tengo, de la veces que nos hemos enfrentado, es que todavía no hemos conseguido ganarles”, tiraba de memoria el capitán in pectore de los canarios. Es por ello, que para afrontar el fin de semana tras el tour de la semana pasada por el norte peninsular, los jugadores agradecieron “descansar dos días en vistas al partido”.
Llegan los cadistas a once puntos, sin embargo, Kirian tiró de realismo: “Su forma de jugar nos suele hacer mucho daño”. Y explicó someramente lo que espera de los andaluces: “Usan un esquema 4-4-2 con dos delanteros muy claros que salen rápidos a la contra con extremos veloces”. Los peligros los dejó claro: “La forma de salir rápido a la contra, de cerrar mucho los espacios por dentro y esperar nuestra pérdida”. Algo que pudieron comprobar en pretemporada.
Es por ello que el plan de partido de los de García Pimienta pasa por minimizar fallos. “Nos queda un par de días para preparar el partido y matizar esos errores que puedan venir y que puedan causar las pérdidas para que ellos las aprovechen”, advirtió. Y la receta, la similar que se empleada ante el Getafe, “tener paciencia y hacer el partido lo más largo posible”.
Esa brecha de puntos que existe con los de Sergio González, ampliables a catorce o reducibles a ocho, se ven como provisiones futuras. “En enero viene una cuesta bastante grande, rivales muy muy duros. Ese colchón de puntos te permite mantener esa distancia”, recordó Kirian. La premisa de aquí está clara: “Competir todos los partidos y que en cada encuentro podamos rascar puntos”.
El buen momento es evidente, y resuena más allá de Gran Canaria, tanto a nivel grupal como personal. Pero el mediocampista toma pastillas para prevenir el mal de altura. “Se suele decir que el elogio debilita mucho. Creo que tienes que tener personas a tu alrededor que te mantengan con calma. Nosotros tenemos un coach en el club, un psicólogo externo que te ayuda. Tienes que ser consciente de disfrutar el día a día. Y mi experiencia personal me permite pensar en el día a día, no en más allá o en lo que pueda venir sino en que mañana hay entrenamiento otra vez”.
Sin embargo, describe sin ambages las causas, más allá de las estratégicas y tácticas, que están detrás de la octava plaza. “El secreto es el grupo. Puedes perder un partido 1-0 o puedes ganarle al Atlético 2-1 y la semana de entrenamiento, si la ves, es la misma. No hay ni un punto de conformidad ni fiesta. El equipo es muy lineal y eso hay que tenerlo muy en cuenta. Además la gente que no juega, compite como si fuera a hacerlo y esto te hace muchísimo mejor como grupo”. Esto se refleja en la mentalidad de la semana pasada con tantos días fuera de casa: “Ves las caras de todos, el sufrimiento, poner la pierna cuando el compañero no llega, ayudarnos unos a otros. Creo que eso está haciendo grande al club y a los futbolistas”, ejemplificó.
Aunque no solo de lírica vive la U.D. Detrás hay esfuerzo: “Todos, desde pretemporada, llegábamos una hora antes y nos íbamos una después. Al final el trabajo diario es lo que está dando los frutos”. Reivindicaba el futbolista lo que no se ve, “y es lo que facilita que el rendimiento mejore”.
Y es por ello que desde la isla se recuerda su nombre para la selección, una especie de premio al momento del club y del jugador. No obstante, el futbolista le quita presión al asunto, primero porque el próximo parón no será hasta primavera, y segundo porque —salvo contadas excepciones— “va gente que lleva a lo mejor dos o tres años haciéndolo muy muy bien, yo llevo dieciséis partidos en Primera División, me centro en jugar y en divertirme y ya se verá lo que tenga que venir”.
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