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Inicio exigente en una Liga ilusionante

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Para empezar la Liga, Real Valladolid-Villarreal en Zorrilla. No está mal. Y después, consecutivamente, salidas a Sevilla y al campo del Barcelona. Un inicio de temporada exigente que obligará a los de Pacheta a dar alguna sorpresa inicial para no quedarse en el furgón de cola a las primeras de cambio. Es verdad que luego se suaviza el calendario, pero el principal objetivo tiene que ser el de llegar bien al arranque y tratar de conseguir la primera victoria ante los de Emery. Y se puede lograr.

Será una temporada extraña, atípica. Con un parón en noviembre y hasta navidades por el desarrollo del Mundial de Qatar. Más de un mes sin competición que La Liga tendrá que llenar con partidos amistosos alternativos que todavía están sin decidir. Y más extraño aun será ver el día de Nochevieja un Real Valladolid-Real Madrid. A eso se le llama despedir el año a lo grande. Igual se le atragantan las uvas a Florentino. Y no parece mal momento para tratar de dar un susto a los merengues que tendrán a casi todos sus jugadores importantes recién llegados del Mundial. Acabar la temporada en casa ante el Getafe me gusta. Mejor, si hay que llegar a la última jornada con algo en juego, jugártelo ante tu público. En cualquier caso, como siempre pasa, hay que jugar contra todos dos veces y tras las 38 jornadas llegará el balance final.

Pero ante todo, después de comprobar el desenlace del calendario, lo que tiene que haber en tono al Real Valladolid es ilusión por volver a estar entre los grandes. Hemos asistido en las últimas semanas a situaciones dramáticas en Granada, Eibar o Tenerife. Equipos que se veían casi con el objetivo cumplido y que ahora se lamentan de haberse quedado con la miel en los labios cuando más cerca lo tenían. En Valladolid ha ocurrido todo lo contrario ya que lo que parecía poco probable de lograr, hablo del ascenso directo, llegó en esa noche mágica frente al Huesca. Y ahora vemos como el 14 de agosto el Valladolid recibirá al Villarreal en Primera y Eibar y Tenerife abrirán la Liga en Ipurúa en Segunda. Por cierto, Ibiza- Granada para empezar. Disfrutemos de poder estar otra vez entre los mejores y en Primera División. Y tras el desencanto que muchos aficionados se han llevado con el cambio del escudo, la vida sigue y hay que volver a ilusionarse con los fichajes que han de llegar, con una exitosa campaña de abonados, esperemos que con unas camisetas que gusten y que se acerquen más al violeta de siempre que al morado oscuro de los últimos años. Pero, sobre todo, valoremos lo importante que es para el club y para toda la ciudad volver a estar en la élite y entre los mejores. Hay que tratar de que no sea flor de un día. Ha llegado el momento de que el Real Valladolid se estabilice en Primera y empiece a crecer de verdad. Y no será fácil configurar una plantilla competitiva porque hay que soltar a jugadores con contratos exagerados para lo que pueden aportar aquí y tratar de hacerse con otros que lleguen a un precio menor del que ahora tienen en el mercado. Ahí tiene su verdadero examen la dirección deportiva. El año pasado se saldó con buena nota y esperemos que este año, con más tiempo para planificar, se vuelva a conseguir.