La trampa de Iheanacho
El altísimo sueldo del delantero nigeriano pone complicado al Sevilla colocarle en este mercado veraniego. Salvo sorpresa, será irrecuperable para Matías Almeyda.
La operación salida ha comenzado en el Sevilla, pero el nuevo director deportivo Antonio Cordón lo tendrá imposible para colocar a algunos futbolistas como Tanguy Nianzou, cuyo salario se va más allá de los 8 millones de euros y, si se incluye la amortización, son más de 12 millones. El caso Marcao, sin llegar a esos extremos, resulta parecido. Pero al menos Nianzou, que no jugó la recta final de la pasada campaña por una lesión, podría contar para Matías Almeyda. El central francés dejó buenas sensaciones cuando se lo permitieron las constantes roturas musculares.
Adnan Januzaj, que regresa de cesión en Las Palmas, es otra rémora importante, con un sueldo bruto que se ronda los 5 millones de euros. Al belga le queda un año de contrato y el Anderlecht de su país, en cuyas categorías inferiores jugó, podría aliviar al Sevilla de una parte importante de ese salario.
Mucho más difícil resultará deshacerse de Kelechi Iheanacho. El delantero nigeriano, que pasó la segunda mitad de la pasada campaña cedido en el Middlesbrough de la Championship inglesa, gana incluidos los impuestos unos 4 millones de euros. La losa es grande a la hora de traerse a otro delantero.
Porque, salvo recuperación física milagrosa, en el Sevilla tienen bastante claro que deberán buscarle una salida definitiva a Iheanacho. Le resta un año de contrato, con otro opcional en función de unos encuentros que evidentemente no jugará. En la segunda inglesa quizá le quede algo de cartel, pero no para pagar ni siquiera una parte significativa del sueldo que posee en el Sánchez-Pizjuán.
La patata caliente con el africano vuelve a ser importante. El año pasado no consiguió anotar en LaLiga (hizo tres goles en Copa, ante rivales menores) y en el Boro apenas logró un tanto en 15 encuentros. Llegado libre del Leicester City el pasado verano, ha resultado otra de las muchas pifias para el ataque nervionense en los últimos tiempos.
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