Iago Aspas y el Alavés, el comienzo de un cuento de hadas
El futbolista moañés debutó en Balaídos consiguiendo un doblete frente al Glorioso que significó evitar un descenso de los gallegos a Segunda B.
Han pasado ya más de 14 años, camino de 15, pero en Vigo todavía se recuerda como si fuera ayer el nacimiento futbolístico de Iago Aspas (sigue el partido en directo en AS.com). Sucedió en un Celta-Alavés, el partido más agónico de la historia moderna viguesa. Era la antepenúltima jornada de liga en Segunda y los vitorianos, que estaban justo por detrás, podían meter al Celta en descenso a Segunda B a falta de sólo dos jornadas, un auténtico drama que convirtió Balaídos en la sala de espera del cardiólogo.
En el banquillo estaba un imberbe chaval del filial del que todo el mundo hablaba maravillas, un tal Iago Aspas. Eusebio Sacristán le dio la alternativa en el momento de mayor tensión, cuando a todo el mundo le tiemblan las piernas, justo cuando el moañés más cómodo se encuentra, aunque por aquel entonces nadie lo sabía. Aquel joven inconsciente salvó al equipo de su alma con un doblete legendario. No podía nacer de otra manera.
Mientras Balaídos vivía al borde del infarto, aquella tarde Benítez disfutaba de su último verano en Liverpool, con el que había sido subcampeón de la Premier. El madrileño no vio aquel nacimiento de Aspas, pero conoce perfectamente el cuento de hadas: “He leído alguna cosa de aquel partido mítico contra el Alavés, ese tipo de recuerdos son buenos para nosotros para que vean que la historia está ahí, para que estén orgullosos de esa parte de la historia. De ese partido me agarro al ambiente, a la intensidad y a que Iago metió dos goles, que es lo que más me gusta”. Benítez afirma que Aspas le recuerda a un mito del Liverpool: “Yo lo quiero comparar con Robbie Fowler, que era un fenómeno en el área”.
Cero goles y cero puntos
El Celta y el Alavés comparten la libreta de las estadísticas en sus partidos como local y visitante, respectivamente. Los de Benítez no han marcado ningún tanto y han encajado cuatro goles en sus tres derrotas en Balaídos, idénticos guarismos que los babazorros lejos de Mendizorroza. Esta tarde al menos uno de los dos equipos acabará con esa nefasta racha.