Hazard, en el precipicio
El belga, al que la prensa de su país pide que se retire de la selección, regresa al Real Madrid sabiendo que no cuenta para Ancelotti y que sus minutos serán residuales.
Eden Hazard se fue al Mundial de Qatar pensando que la selección belga le iba a dar aquello que no encuentra en el Real Madrid: confianza, continuidad y la posibilidad de recobrar mínimamente el nivel que le llevó a firmar por el club blanco en 2019. Pero Bélgica tampoco ha servido como tabla de salvación para el ex del Chelsea, más bien lo contrario: ha constatado que en su país también asumen ya como imposible la tarea de recuperar al mejor Hazard. Tras la eliminación belga en fase de grupos, la RTBF (la radio-televisión pública del país) informó de que el madridista sopesa retirarse de la selección a sus 31 años y que así se lo ha comentado a sus compañeros.
Roberto Martínez ha sido en los últimos años el mayor valedor de Hazard, incluso pese a que sus números en el Madrid eran elocuentes. Pero en Qatar, hasta el ya exseleccionador belga se rindió a la evidencia: le dio la titularidad ante Canadá y Marruecos, retirándole en ambos casos a la hora de partido tras no haber aportado casi nada; y en el día crucial, ante Croacia, fue suplente y apenas le dio 3 minutos y la prolongación. En Bélgica ya han tomado partido: “El fin de una era”, explicaba HLN sobre la potencial retirada de Hazard; y Le Soir era más duro: “Los Diablos deben hacer examen de conciencia, y unos más que otros, como Vertonghen, Witsel, Mertens o Hazard”.
Hazard, por detrás de (casi) todos
Y en este contexto regresará Hazard al Real Madrid, sabiendo que no cuenta y que es el sexto en una carrera de siete atacantes: tiene por delante a Benzema, Vinicius, Valverde (en su rol de extremo), Rodrygo y Asensio, y sólo Mariano le va a la zaga, aunque en momentos de necesidad de un gol salvador Ancelotti se ha apoyado antes en el hispano-dominicano.
El contrato de Hazard (15 millones netos por temporada) es una losa para el club blanco y no acaba hasta 2024. Él ya explicó que no quiere moverse (“No quiero irme, quiero demostrar que merezco más. Después del Mundial pueden cambiar las cosas...”). Pero a Valdebebas volverá un Hazard que se ha quedado sin defensores incluso en su país.