Guerra fría en la renovación de Beltrán
El mediocentro tendrá libertad para firmar por otro equipo a partir del próximo 1 de enero y no hay conversaciones para que amplíe contrato con el Celta.
El pasado domingo arrancó la que puede ser la última temporada de Fran Beltrán en el Celta. El segundo futbolista del conjunto vigués que más tiempo lleva en la plantilla de forma ininterrumpida, solo superado por Iago Aspas, acaba contrato el próximo verano. Pese a ser titular habitual con Claudio Giráldez, la cúpula del club lleva tiempo sin contactar con los agentes del mediocentro para abordar su renovación. Una guerra fría, a poco más de cuatro meses para que el jugador madrileño sea libre para firmar por otro equipo.
La entidad olívica ha ampliado en las últimas semanas la vinculación del central Carlos Domínguez y del extremo Williot Swedberg. También ha alcanzado un acuerdo con Marcos Alonso, a falta de confirmación oficial. Ese entendimiento contrasta con la situación de Beltrán. Ni hay negociación en marcha, ni a corto plazo se vislumbra que la vaya a haber. El motivo de este distanciamiento es un secreto a voces: las posturas económicas están muy alejadas.
El contrato que acaba el 30 de junio de 2026 lleva en vigor desde que el pivote renovó en enero de 2022. Llegados a este punto, en diez días se esfumará la posibilidad de que el Celta pueda hacer caja con la salida del jugador nacido en Seseña, en el caso de que no vaya a continuar la próxima campaña en Vigo. Su valor de mercado actual es de 8 millones de euros, según la web especializada Transfermarkt, exactamente la cantidad que el club gallego abonó en 2018 al Rayo Vallecano para ficharlo a través de la cláusula de rescisión.
La venta de Beltrán en lo que resta de mercado no se puede descartar, pero resultaría sorprendente. De hecho, Claudio Giráldez lo alineó como titular en la apertura del campeonato contra el Getafe y a su principal competidor para actuar por delante de la defensa, a Damián Rodríguez, lo dejó fuera de la convocatoria. El improbable adiós del madrileño, de 26 años, supondría un duro golpe para el entrenador de O Porriño porque en la plantilla no tiene otro mediocentro defensivo.
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También se encuentra parada la renovación de Óscar Mingueza. En este caso, se ha pasado del optimismo que transmitía el club a una situación de stand by. El polivalente zaguero catalán finaliza contrato en la misma fecha que Beltrán.
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