Giuliano y Llorente, dos futbolistas a los que aferrarse
Lo dos futbolistas, de los pocos brotes verdes del desastre en el que se ha convertido la temporada rojiblanca. Dueños de la banda derecha, por donde golpea el Atleti, en medio del erial.

Giuliano Simeone y Marcos Llorente son como esa tabla a la que Rose se subió para sobrevivir al naufragio del Titanic, pero esta vez con sitio para dos. Para ellos. De los pocos futbolistas a los que agarrarse del Atleti en medio del desastre. Los dos únicos futbolistas que no pisotearon el escudo en el Gran Canaria ante Las Palmas, que rindieron, que corrieron, que buscaron, que se salvaron en medio del guiñapo que fueron todos los demás. Un erial. “Sabemos que la Liga está casi imposible”, justificaba Koke al término del partido. Una Liga imposible de verdad a la que aún le quedan seis partidos por jugarse mientras empieza a mirarse al verano, por el Mundial de Clubes primero y el mercado de fichajes después (aunque antes de esta competición que se disputará en América se abrirá una breve ventana por si los equipos que la disputan quieren reforzarse). Las cuentas han empezado, las especulaciones entre varios jugadores señalados en una temporada que apuntaba a todo en febrero, con el equipo del Cholo en modo trituradora, lejos de aquella imagen del comienzo de la temporada, cuando todo parecía anochecer, aquel otro desastre en el Villamarín, que pareció enterrado... Y al final se ha acabado imponiendo. Aquello es esto. Las notas de mayo no serán buenas. Pero hay jugadores que aprobarán, por supuesto. Julián Alvarez, De Paul, Barrios, el Sorloth suplente y sobre todo ellos: Giuliano y Llorente.
Giuliano se ha impuesto con su garra desde que ante el Leganés en la primera vuelta hizo esa carrera imposible que terminó en gol de Griezmann. Pero no solo eso. Ante Las Palmas destacó por sus centros medidos en las dos ocasiones que tuvo el Atleti en Julián Alvarez y Sorloth y que Horkas sacó de manera brillante, sobre todo la primera, ante el argentino. Es tónica en los últimos partidos. La banda que corre y funciona en el Atleti es la derecha. El problema es que la izquierda no existe, el Atleti está manco ahí. No existe esa banda. Lino se desinfló, Gallagher no se asienta y Riquelme ha jugado muy poco. Y, claro, es fácil taparle cuando se sabe que, por fuera, solo tiene un camino hacia el área rival.
Llorente, mientras, es un valor seguro. Uno de los jugadores más importantes del Atlético en los últimos años. Su disposición a jugar y sumar siempre desde donde sea, aunque ese lugar no le guste o durante los partidos pase por prácticamente todos los lugares del campo excepto la portería. Empieza en el carril, se mueve al medio, termina arriba. Como defensa, medio o delantero, por fuera o por dentro... No extraña que sea el tercero de campo en minutos para el argentino (2.979′ solo por detrás de los 3.331 de Griezmann y los 3.282 de Julián Alvarez) porque si otros como Saúl se perdieron en esos viajes, el 14 sale de ellos fortalecido. Uno di noi. Ese que siempre compite, incansable, ganando la línea de fondo. Y que forma una gran dupla con Giuliano. Y mezcla bien con Barrios, Julián. La ocasión de Julián en el Gran Canaria tuvo un gran centro del Cholito y un pase de tacón de Llorente delicatessem.
El aliciente de una pretemporada para el Mundial de Clubes
El Atlético necesita un aliciente para afrontar el final de temporada, los seis partidos que quedan para que termine la Liga con honor al menos. Porque el rojiblanco es un equipo que se vuelve terriblemente vulgar sin tensión y, como la temporada se le fue al sumidero aquella maldita semana de marzo, rematada en abril por el Barça eliminándole en la Copa del Rey, el trabajo de Simeone en los entrenamientos que quedan es ese: volver a convencer a sus pupilos de que corran, compitan, de que se miren en el espejo de Giuliano y Llorente, porque ellos lo hacen, lo siguen haciendo. Por el escudo, por la afición, por no seguir encadenando derrotas sonrojantes en una segunda vuelta desastrosa. El reverso absoluto de aquel Atleti que encadenó 15 victorias seguidas e hizo soñar alto.
Pero no, no se irá a Neptuno esta 24-25. O sí, quizá sí, y convencer de ello a sus futbolistas es la tarea de Simeone. Porque el Mundial de Clubes es la carta que queda, una competición que no jugará el Barça y si los rojiblancos, con el Real Madrid, y las jornadas que restan deben servir como pretemporada particular para llegar lo más fuerte posible a ésta. Rayo, Alavés, Osasuna, Betis y Girona como sparring para Estados Unidos. Con esa idea volverán mañana al trabajo los rojiblancos. Desde las 11:00 horas, en el Cerro.
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