VILLARREAL I ESPECIAL CENTENARIO (IV)
Fernando Roig: el hombre milagro
El Villarreal celebra su Centenario y en este capítulo del serial conmemorativo de AS hablamos de la figura de Fernando Roig, clave en la historia amarilla.
Fernando Roig llegó al Villarreal CF de la mano de José Manuel Llaneza, relevando de Pascual Font de Mora. La historia del Villarreal estaba ligada al anterior presidente, que cogió un equipo de regional y lo dejó en Segunda División.
Estar en la categoría de plata suscitó el interés del empresario valenciano. Pamesa, la empresa de Fernando Roig, está al lado de Vila-real, lo que hizo que el día día del dirigente pasara por esta ciudad. Tras un breve periodo en el baloncesto, Roig quería probar en el mundo del fútbol, y el Villarreal era el lugar ideal.
El Villlarreal era un club acostumbrado al presidencialismo y con un equipo con mucho potencial para crecer. Y ese crecimiento llegó demasiado rápido, ya que Roig compró el Villarreal en mayo del 97. Ese día anunció que su proyecto tendría tres pilares: fortalecer el equipo para llegar a Primera en tres años, construir una cantera y una ciudad deportiva de las mejores de España y remodelar reconstruir un estadio al nivel de la máxima categoría.
Un año después, en mayo del 1998, Roig celebraba el ascenso en Compostela, tras una promoción de infarto. Como él mismo admitió: “Nos pensábamos que ya éramos los que más sabíamos de esto”. Sin una base sólida, el equipo cayó en descenso esa misma temporada, lo que hacía presagiar que el Villarreal había tocado techo.
Pero Roig ya había visto cómo funcionaba el fútbol, y de la mano de Llaneza, comenzó a cimentar un club mejor. Al año siguiente volvía estar en Primera, pero la idea ya era otra. Se apostó más fuerte por reforzar el equipo, nombres como los de Craioveanu, Víctor Fernández, Martín Palermo, Diego Cagna, Arruabarrena, Marcos Senna, Cani… llegaron poco a poco al equipo para darle fuerza.
El club, en esa fase de expansión, decidió apostar por la llegada de un jugador como Román Riquelme, con lo que si la llegada de Palermo los había puesto en el mapa futbolístico; la de Riquelme, los puso arriba en todas las competiciones. El Villarreal fichó además a Pellegrini, lo que les puso en el camino definitivo para ser lo que han sido hasta hoy, dotándoles de un sello por el buen gusto futbolístico.
Antes, en la búsqueda de darse a conocer, ya habían ganado dos Intertotos (2003 y 2005), probando las mieles de Europa. Tras caer en una semifinales con el Valencia en la 2003-04, el equipo realizó una hazaña histórica en la Liga de Campeones de la 05-06, en la que fueron capaces de llegar a semifinales, y caer por un desgraciado penalti en el último minuto que no supo materializar Riquelme, y que les hubiera llevado la prórroga ante el Arsenal.
Aquello, fue el salto definitivo para el club y para el equipo, aquel Villarreal fue conocido en el mundo y se mantuvo a alto nivel durante muchos años.
Una muestra, son las dos semifinales de Liga de Campeones, las cuatro semifinales de Europa League, que evidencian el alto nivel competitivo de los castellonenses. Además, el equipo fue capaz de ser subcampeón en la temporada 07-08, siendo un fijo en las plazas europeas año a año. Entre tanta euforia y logro, llegó la catástrofe, ya que con un equipo de Champions en la 11-12, se fueron a Segunda. Un descenso traumático, que además dejó tocado económicamente al club. A Roig le tocaba reinventarse, tras su imagen desolado en el terreno de juego el día del descenso en el último minuto ante el Atlético, lo hizo otra vez al instante.
De la mano de Marcelino, el Villarreal volvió a recuperar la categoría al año siguiente, siendo Bruno Soriano el referente y capitán.
En ese regreso, de la mano de Marcelino, el equipo fue capaz de volver a Europa y de jugar una semifinal europea, quedando siempre en ese techo de cristal de no poder llegar a una final.
Tras una pandemia, Roig decidió hacer un gran esfuerzo, armando, un equipo muy competitivo, y apostando por un técnico de nivel y ganador como Unai Emery.
Una apuesta, que le llevo alcanzar el gran objetivo y el que parecía un milagro inaccesible. El Villarreal llegó a la final de la Europa League de la temporada 20-21, ganando la misma ante el Manchester United. Lo hizo en la tanda de penaltis tras 11 lanzamientos por cada equipo y para que fuera más épico, marcó el portero Gero Rulli.
El Villarreal lograba y alcanzaba la gloria, y lo hacía con un club saneado económicamente, con una cantera de las mejores de España, con dos ciudades deportivas, y con un estadio remodelado al completo.
Roig había cumplido las premisas del día que llegó, lo que pasa es que en ninguna cabeza cabía llegar tan lejos.