Essugo ‘pasa’ de las estadísticas
Su bajada de rendimiento desde el cambio de entrenador no le impidió firmar con el Chelsea. Las Palmas, usada por el Sporting para hacer negocio con él.
Sorprendía la Unión Deportiva Las Palmas en el pasado mercado de verano cuando, al filo del cierre, anunciaba la doble llegada portuguesa que conformaban Fábio Silva y Dário Essugo. Ambos cedidos, uno lo prestó el Wolverhampton y otro, el Sporting de Portugal.
Ninguno de los dos tenía opción de seguir más allá del 30 junio que viene ahora salvo que se negociara un acuerdo totalmente nuevo, ni rastro al menos de una opción de compra voluntaria. Así, Las Palmas era usada por los jugadores como rampa de lanzamiento a través de una liga de la máxima exigencia y por los clubes, como una nueva vía de negocio. Las Palmas, en contra de las proclamas de sus despachos, aumentaba así el valor de futbolistas que no eran suyos o que tampoco fueran a serlo mucho más tiempo, uno de los aspectos que, por ejemplo, condenó a Álvaro Valles a la grada.
Sea como fuere, el mismo Essugo ya encontró acomodo para el curso que viene. Su mudanza será a Londres para jugar en el Chelsea, que le pagó al Sporting poco más de 22 millones de euros por hacerse con los servicios de un futbolista más que seguido por alguna de las secretarías técnicas más poderosas del continente.
Tanto el futbolista como su propietario lograron su objetivo a costa de Las Palmas, que tampoco es que le haya sacado el rendimiento esperado al mediocentro portugués, venido a menos ya desde octubre, cuando se produjo el cambio de entrenador.
Avatares del calendario, el parón de selecciones nada más consumarse su agónico fichaje y la posterior destitución de Luis Carrión apenas le permitieron disputar cuatro partidos a sus órdenes, en los que sin embargo logró apilar unas estadísticas que todas mejoran a las que de momento ofrece con Diego Martínez en el banquillo, como se observa el métrica exacta de Besoccer.
De hecho, Essugo es ahora mismo peor en todo que en octubre. Resulta especialmente llamativa la bajada de prestaciones en cuanto a pases intentados por cada 90 minutos, de 60,09 a 35,88, siendo exitosos, respectivamente, el 40,6% y el 26, 11%. En defensa, su gran especialidad, recupera menos balones, hace más faltas y pierde también la comparativa con los duelos aéreos. Y encima le han expulsado dos veces.
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