El último bertso de Arrasate
El técnico rojillo ha dirigido su último partido al frente de Osasuna y ha recibido un bonito y merecido homenaje.
Desde que anunciara que no seguiría al frente de Osasuna, Jagoba Arrasate no ha dejado de recibir infinidad de muestras de cariño. Pero hoy era el día, su último baile con el equipo rojillo. Nada más pisar el terreno de juego recibía el cariño de la afición a través de un enorme tifo con una foto del míster en el que se leía, ‘Gracias, Jaboba, eskerrik asko’. Durante todo el partido la grada coreó su nombre y cuando Budimir marcó, no lo dudo. Se dirigió al banquillo para fundirse un abrazo con el míster, abrazo al que se unieron todos sus compañeros.
Pero el homenaje de verdad estaba por venir. Cuando acabó el partido, de nuevo la grada comenzó a corear el nombre de Jagoba, mientras toda la plantilla de Osasuna se colocaba en el círculo central del terreno de juego, ‘escoltados’ por canteranos de las categorías inferiores del club que ondeaban banderas de Osasuna. Sin apenas poder contener las lágrimas, Arrasate contemplaba un vídeo homenaje que rememoraba a modo de resumen algunos de los momentos vividos por el míster a lo largo de estos seis años. A continuación, una banda de música interpretó para el de Berriatua una canción de despedida euskaldún, el ‘Agur Jaunak’ (Adiós amigo) y el Txoria txori de Mikel Laboa. A continuación, una dantzari bailó para Jagoba un Aurresku de Honor (danza vasca de homenaje)
Arrasate llegó a Osasuna junto a su segundo, Bittor Alkiza y su preparador físico, Sergi Pérez, y con ellos se marcha. Así que llegó el momento de que ellos también fueran homenajeados. Los tres recibieron un pañuelo rojo con el escudo de Osasuna y Arrasate un cuadro con una camiseta enmarcada y el número 256, los partidos que ha dirigido a Osasuna. Sólo está por delante de él, el mítico Pedro mari Zabalza, quien también le acompañó en el homenaje. Los encargados de entregarle este recuerdo fueron los capitanes, David García y Unai García. Sabalza le impulso la insignia de oro del club.
Llegó el momento de escuchar al míster por última vez como entrenador rojillo. Durante su discurso dijo dirigiéndose a la afición: “Gracias a todos por estos seis años que ha sido fantásticos gracias a vosotros”. Y añadió: No tengo pena por marcharme sino felicidad por haber estado”. Mirando a unos emocionados jugadores, dijo: “Gracias sobre todo a los jugadores, os quiero mucho”. Y terminó con un: “Tenemos un tesoro; Tajonar”.
Como suele hacer en las ocasiones especiales se arrancó con un emotivo bertso (manera improvisada en verso de cantar en euskera). No sé libró del manteo por parte de sus jugadores y acompañado de su familia dio la vuelta de honor al campo. Como colofón, abandonó el terreno de juego con jugadores, cuerpo técnico y personas que han trabajado junto a él, haciéndole un pasillo. Un homenaje más que merecido para un entrenador que deja huella en Osasuna y varias páginas de historia del club escritas con letras de oro.