El límite salarial desnuda al Real Valladolid
El incremento del margen para inscripciones en más de cinco millones y los numerosos equipos a los que supera hablan más de errores que de carestía.
Desde que LaLiga implementó hace unos años el límite salarial se ha hablado y se ha escrito mucho sobre el tema. Pese a ello, hay una cosa que a veces se olvida, y es que es un techo de gasto que algunos superan y otros no alcanzan. Aun con esta precisión, sin embargo, después de que la patronal haya hecho públicos los límites resultantes de las operaciones del último mercado, se hace más incomprensible aún cómo se movió el Real Valladolid, dado que ha visto ampliado dicho margen en más de cinco millones, hasta los 47,037, y tiene hasta a siete equipos por debajo.
Es así al menos en teoría, puesto que los pírricos 689.000 euros del Sevilla y los 7,812 millones del Espanyol invitan, como no puede ser de otra manera, a pensar que sus límites están desbordados a costa de tener que ajustarlos en las próximas ventanas de transferencias. Aunque lo hicieran hasta tal punto de superar a la entidad que preside el desaparecido Ronaldo Nazário, cabe preguntarse, como diría la canción, si esta es su vida real o solamente una fantasía a la que Domingo Catoira, el director deportivo, dio publicidad en su última rueda de prensa, cuando aseveró que se había “usado todos los recursos que tenía a su disposición”.
Si la afirmación resultaba extraña, después de acometer tres cuantiosas ventas y solo un fichaje en el que medió traspaso, los datos de LaLiga redundan en la sensación de descapitalización, en tanto en cuanto solo se invirtió en un futbolista a pesar del incremento hecho público este martes (contando a Juma, quien, no obstante, ha dejado un beneficio notorio incluso saliendo como salió), del mismo modo que el gerente del área deportiva se remitió al impacto que tendrán estas ventas la próxima temporada y, sea por esta razón u otras, el club tenía permiso (que quizás no ganas) para operar con más mayor para reforzar la plantilla de tal manera que pareciera que quien toma las decisiones quiere pelear por una salvación, hoy, quimérica.
Con el equipo hundido en la tabla y después de la segunda destitución del curso, así lo parece a día de hoy, puesto que no ha habido visos recientes de reacción ni con los cinco recién llegados coincidiendo en el once inicial, como el pasado fin de semana, todavía con Cocca. Una vez caído el argentino, Álvaro Rubio, aquel al que Catoira defendió públicamente, pero a quien relevó por alguien sin experiencia en Europa, tratará de conseguir un milagro casi sin precedentes en el fútbol español, o al menos, honrar la categoría a la que todavía pertenece el Real Valladolid; no así aquellos que han motivado, en los despachos y en el campo la actual situación.
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