El legado de Ronaldo pone en peligro también al basket
El equipo dirigido ahora por Iñaki Martín coquetea con el descenso, tiene deudas con los jugadores y no ha firmado todavía el convenio de este año con Zorrilla.
Las grandes expectativas generan enormes decepciones. Ronaldo Nazário, accionista mayoritario del Real Valladolid, es la viva imagen de esta frase. El brasileño llegó a Valladolid prometiendo grandes triunfos e infraestructuras y seis años y medio después no puede alardear de haber conseguido nada de lo que anunció. De hecho, tuvo la osadía en una entrevista en AS el 29 mayo de 2019 de afirmar: “El Valladolid podrá optar a la Champions en cinco años”. Nada menos. La realidad es que bajo su mandato el club de fútbol vallisoletano va a sumar su tercer descenso consecutivo, Europa sólo se ha visto en pretemporada o en Andorra, la temporada pasada, y las infraestructuras...
En ese plan ambicioso también entró en su momento el baloncesto. El club de Valladolid logró el ascenso a la ACB por méritos deportivos en 2020, pero en plena pandemia no pudo afrontar el coste económico que suponía y tuvo que quedarse en la LEB Oro. Entonces, Ronaldo quiso vincularse también al club de basket de la ciudad, afirmando que con trabajo podría volver a la élite y descartando una inversión importante. Lo cierto es que si algún día la ciudad vuelve a la élite del baloncesto no será por su ayuda. David Espinar, fiel escudero siempre del brasileño, defendía los intereses de Ronaldo y ejercía un control exhaustivo del club de baloncesto y de lo que llegaba hasta él desde Zorrilla. Nunca el club de fútbol ayudó económicamente al de baloncesto de manera importante y la filiación se redujo a llevar el nombre y los colores y una especie de entente comercial que apenas ha beneficiado al club de la canasta. Desde Zorrilla, eso sí, se ayudó a pagar algunos contratos como el del exentrenador, Paco García, o del directivo, Quique Peral. Poco o nada quedaba para la plantilla, generando una deuda que ha ido creciendo poco a poco alejándose de aquel club que creó en su momento Mike Hansen.
Y resulta que sin dinero en la plantilla, como suele pasar, los resultados no llegan. Y Ronaldo, que aparecía en 2021 y 2022 por Pisuerga, ya ni se acuerda que además de ser dueño del club de fútbol, todavía, está vinculado al club de baloncesto. De hecho, en las últimas campañas las dificultades para firmar los convenios se han hecho mayores hasta quedar en meros trámites y un acuerdo, apenas, de buenas intenciones. Esta misma campaña todavía no se ha firmado el convenio, aunque sigue habiendo muy buenas palabras. Lo cierto es que el club de baloncesto pasa por problemas económicos, otra vez, con un par de meses de retraso en el pago de las nóminas y, deportivamente, coquetea, peligrosamente, con el descenso a LEB Plata, la tercera división del baloncesto a falta de nueve jornadas después de perder ante el colista Morón, por 13 puntos, el pasado fin de semana... Otro gran logro de Ronaldo Nazario en Valladolid.
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