El grupo, alimento de la Unidad B
De nuevo en Vallecas escuchamos al Cholo tirar de su coletilla preferida: “Me pone muy contento...”. Algo que en boca del argentino es sinónimo de que la actitud del grupo es muy saludable. Casi siempre la suele utilizar para alabar a la segunda unidad, esos futbolistas que a pesar de no ser titulares, salen con los colmillos buscando más reivindicación que queja. El domingo les tocó a los Lino, Morata, Correa, Llorente o Söyüncü poner muy contento a su míster. Salieron tras la exhibición de los titulares en el primer tiempo ante el Rayo, donde de nuevo la fiabilidad (portería a cero) estuvo acompañada de la aparición esta vez de los jugones, Griezmann, Memphis, De Paul, Saúl y Nahuel que, en cinco fogonazos de talento, dejaban el partido casi sentenciado.
Para hablar de Barrios deberíamos recrearnos: el canterano volvió a marcar el tiempo del partido. Descongestionó el juego con rapidez y precisión como 5, dándole siempre ventaja al compañero por delante, con poderío físico para abarcar campo y realizar ayudas tras pérdidas. Grata la sorpresa en este inicio de temporada de un futbolista que creen que debe tener un tiempo de cocción para empadronarse en esa posición. Pero en esto del fútbol las etiquetas y los plazos se los lleva el viento, y Barrios, así lo entiende Simeone, está para llevar la manija. Me ponen muy contento, además, las apariciones de un Saúl, y un Witsel que, aunque se le tiren pocos confetis, son una demostración de que el trabajo paga. Los rojiblancos han empezado la temporada como una prolongación de la espectacular segunda vuelta del año pasado, donde la prioridad es el equipo. Un equipo valiente, fiable y una Unidad B que pone muy contento al Cholo. Y al aficionado.