El día que pidieron 100.000 dólares por Iago Aspas
Granada estaba llena de pasquines en junio de 2011 ofreciendo esa cantidad por la cabeza del moañés en la vuelta del playoff de ascenso a Primera.
Cuando uno visita Granada por primera vez, esa ciudad queda guardada para siempre en su disco duro. Es un recuerdo imborrable al que es agradable recurrir. No le sucede lo mismo a Aspas, que vivió un auténtico infierno en su primera visita a la ciudad nazarí (sigue el partido en directo en AS.com). Un encontronazo involuntario con el portero Roberto durante la ida del playoff de ascenso y su particular personalidad encendieron al pueblo granadino, que empapeló las calles de pasquines con la cara del moañés, ofreciendo una recompensa de 100.000 dólares por su cabeza (vivo o muerto, ponía en la letra pequeña).
De repente, la eliminatoria se convirtió en una película de indios y vaqueros. Había más flechas y pistolas que fútbol. El autobús celeste fue apedreado a su llegada, el ambiente era de una hostilidad insana y los abucheos a Aspas se escuchaban en Galicia. Para más inri, la eliminatoria llegó a los penaltis justo después de que el moañés fuera expulsado, para delirio de la grada nazarí. El Celta perdió un buen lanzador para la tanda, donde tuvo la opción de ganar en el disparo de Michu y acabó perdiendo tras el fallo de Catalá, con el portero Roberto como héroe tras convertir su penalti.
Durante un tiempo, la rivalidad entre Granada y Celta estuvo en auge, pero el tiempo todo lo acaba curando. Trece años después, aquella cicatriz sólo es una herida de guerra, el recuerdo de una experiencia inolvidable, por muy traumática que fuera en su momento. Por aquel entonces, Aspas daba sus primeros pasos como futbolista, hoy es un jugador consagrado, referente de la Liga y leyenda única del Celta. En el disco duro de la estrella céltica no queda ni un ápice de rencor y sí muchas ganas de vencer por finiquitar la temporada. El chico rebelde de hace trece años se ha convertido en un hombre maduro, capaz de alegrarse por el ascenso del Depor y dar ánimos al Granada por su descenso, como seguro que hará esta tarde. Puede ser su último baile en Granada. A la cabeza le vendrán aquellos pasquines que pedían 100.000 dólares por su cabeza, una cifra irrisoria viendo la legendaria carrera que completó a partir de ahí.
Las cuentas. El Celta necesita una victoria para sellar la permanencia de manera matemática. Si el conjunto de Claudio Giráldez es capaz de imponerse al Granada en Los Cármenes, su continuidad en la máxima categoría estará asegurada. No obstante, los vigueses también tendrán un ojo en Cádiz, pues si los gaditanos no logran el triunfo ante Las Palmas, el Celta también será matemáticamente de Primera División. Por último, existe una última vía que daría la salvación virtual, que no matemática al cuadro olívico. Para ello, los de Giráldez tienen que sumar un punto y que el Mallorca no empate. En ese caso, el empate a puntos con el Cádiz se resolvería por el golaveraje general, donde los vigueses tienen una ventaja de doce goles.
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