El ‘Caso Negreira’ desgasta al Barcelona
La escalada del caso, que ya estudia la UEFA o la Justicia española, deja ya huella en la reputación y el prestigio exterior tanto del club azulgrana como del campeonato independientemente de su resultado.
Mientras el ‘Caso Negreira’ quema etapas en el proceso de investigación que está llevando a cabo la Justicia española una vez se abrieran las diligencias por presuntos delitos de corrupción entre particulares en el ámbito deportivo, administración desleal y falsedad en documento mercantil para esclarecer qué ocurrió con esos más de siete millones de euros que cobró José María Enríquez Negreira mientras era vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), continúan goteando las informaciones y opiniones en mitad de un clima general de animadversión, sorpresa y sospecha desde más allá del Camp Nou, y de silencio estratégico de puertas para dentro, hasta que Joan Laporta hable en nombre del club este próximo lunes.
A falta de conocer si acaban existiendo consecuencias penales, deportivas o económicas, ya hay un efecto evidente: la crisis de credibilidad y reputación que no solo ha erosionado la imagen global del Barcelona, si no al estamento arbitral (que también debe convivir con la duda del VAR) y, de refilón, a la competición española, expuesta a la sospecha. El estallido de la noticia el pasado 15 de febrero dio paso al clamor popular en los estadios. Lluvias de billetes con el escudo del Barcelona, el símbolo del dólar y la palabra mafia y cánticos como: “¡a Segunda!”, “que se vayan, diles que se vayan, de una p... vez” o el famoso “corrupción en la Federación” o “por un fútbol limpio”, en San Mamés, Mestalla, el Sánchez-Pizjuán o el Santiago Bernabéu.
Mientras se cocía su llegada a instancias judiciales, la condena social se ha ido evidenciando mediante el clima hostil despertado por la geografía deportiva española para recibir al Barça. “Me ha sorprendido este ambiente de tanta hostilidad, es algo que me entristece. Creo que juzgar antes de tiempo no es bueno para la sociedad”, afirmaba Xavi tras el partido liguero de San Mamés, aludiendo a los juicios paralelos de los que es blanco el club azulgrana que ya están haciendo mella en la proyección universalidad de un equipo que abandera el eslogan ‘Més que un club’.
“El Barça ha perdido imagen”
“Esto afecta mucho a la imagen del club. Hay muchas cosas que afectan al club. Si hablamos de la imagen del Barça, noto que la gente piensa diferente en Holanda. Ha perdido imagen. Estas cosas no ayudan al club. No sé qué ha pasado, no sé si hay, pero va en contra de la imagen del club y del Barça”, declaró el exentrenador azulgrana, Ronald Koeman para continuar alimentando el calibre de una bola de nieve con alcance internacional. “Créanme cuando les digo que me reí leyendo esta noticia. No me sorprende. Cada vez que jugábamos en España tenía una sensación extraña. Son cosas inaceptables que no solo afectan al torneo nacional. La cuestión del arbitraje también debe abordarse muy seriamente”, expresó, por su parte, Karl-Heinz Rummenigge, exjugador y dirigente del Bayern Múnich.
La abstracción de los principales periódicos catalanes choca frontalmente con el estupor internacional y la cobertura nacional. Los medios de comunicación tampoco son ajenos a la erosión como institución del Barcelona. “Un nuevo perfume de escándalo sobrevuela el Camp Nou”, titulaban desde Le Parisien, en Francia. En Inglaterra, por su parte, aludían a los notorios antecedentes recientes del club culé: “El momento es desastroso para un Barcelona al que han mirado con lupa en los últimos años”, con el oscurantismo en torno al fichaje de Neymar, las polémicas palancas o el ‘Caso I3 Ventures’. A la sombra de la corrupción también se refería Luis Figo, exjugador azulgrana (1995-2000): “Hay que limpiar por el bien del fútbol”.
“Es lo peor que le ha pasado al fútbol español en su historia. No sólo está pasando una factura grave si no que va a pasar también en un futuro ya que va para largo”, declaró el presidente de LaLiga, Javier Tebas, organismo que se ha presentado como acusación particular. “Con el transcurso de los años te das cuenta de que no tienes capacidad para cambiar esas cosas que están podridas. En este deporte hay mucha gente que nunca le ha dado una patada al balón y que le ha sacado mucho beneficio por encima de sus posibilidades. Todos sabemos que donde hay dinero hay mucha gente interesada y mucha corrupción”, señalaba Setién, que llegó al Camp Nou en enero de 2019, fuera ya de la ‘etapa Negreira’, de 2001 a 2018, de forma discontinua. “Está claro que la gente dude de la competición no es algo bueno. Tiene que ser limpio el deporte y para eso trabajamos” parecía contestar Carlo Ancelotti en rueda de prensa previa al partido frente a Osasuna, días después de la noticia.
“Va a ser inevitable que nos pregunten fuera...”
La escalada de los acontecimientos ha provocado incluso la reacción del Gobierno. Las sospechas le han empujado a personándose en el caso con el Consejo Superior de Deportes (CSD) como acusación, al igual que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) o el Real Madrid. Los 42 clubes se unieron para mostrar su rechazo mediante un . El conjunto blanco lo haría de forma individual tres semanas después. “Queremos velar por la limpieza de la competición. Va a ser inevitable que nos pregunten fuera, como ocurrió con la Operación Puerto. Puede generarse desconfianza hacia el fútbol. Ya lo vimos con el ciclismo. Y eso, en un momento en el que la diferencia entre LaLiga y la Premier está creciendo”, adivinaba en AS el presidente del CSD, José Manuel Franco, aludiendo al potencial daño económico.
A esas consecuencias, algunas ya inevitables como la mancha en la reputación y el prestigio exterior, también se refería Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deporte: “De confirmarse, es gravísimo y lesiona el interés público, la imagen del fútbol y del deporte en general”. Al igual que el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños: “Lo que nos preocupa es la reputación y el buen nombre del fútbol español”. Y la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez: “La marca España también lleva el emblema de los clubes españoles”.
La conmoción también ha llegado a instancias continentales, con el Barça y LaLiga como focos de suspicacia. “Hemos tenido crisis en varios países, en Italia también, con grandes clubes involucrados. No es bueno para el fútbol, señalaba Gianni Infantino, mandamás de la FIFA. “La situación del Barcelona es excepcionalmente grave. Tanto, que me parece que se trata de uno de los casos más graves en el fútbol” valoró, por su parte, Aleksander Ceferin en una entrevista concedida a la revista eslovena Èkipa. El presidente de la UEFA ha anunciado que el organismo ha abierto un proceso de investigación que puede dejar fuera a los azulgrana de competiciones europeas.
El ‘Caso Negreira’ parece resultar la guinda de una sucesión de acontecimientos que hasta han provocado fracturas internas en el foro interno barcelonista, y que tiene como telón de fondo un verano deportivo de incertidumbre en cuanto a la planificación por el límite salarial y con otros frentes abiertos como el del escarceo de Gavi con el Chelsea. “Es un daño terrible para el fútbol en general”, afirmaba Carlos Rexach, exjugador y entrenador del Barcelona. Los frentes se le acumulan a una junta directiva y a un Joan Laporta sobre el que están puesto ahora todos los focos.