El Atlético siempre fue el trampolín de Baraja
El entrenador vallisoletano se curtió como jugador en el Vicente Calderón e hizo la ‘mili’ en el cuerpo técnico de Gregorio Manzano.
Rubén Baraja vuelve a casa, al Atlético. El Pipo vistió de rojiblanco durante cinco temporadas, dos de ellas en el filial y tres en el primer equipo (130 partidos en total). Hasta el 2000, Baraja creció año tras año en el Calderón. Con el descenso del Atlético a Segunda, decidió poner rumbo al Valencia. El club che abonó su cláusula de rescisión, que era de 2.000 millones de pesetas (12 millones de euros). Con esa compra, el Valencia se garantizó a un hombre que fue leyenda con el murciélago en el pecho. El Atlético fue el trampolín del mejor Baraja como jugador.
El club rojiblanco también acompañó al Pipo en sus primeros pasos como técnico. Baraja hizo la mili en el Calderón, como ayudante de Gregorio Manzano, en la temporada 2011-12. El vallisoletano formó parte del cuerpo técnico junto a Vizcaíno. De esta forma, el Atlético también fue trampolín de Baraja como entrenador porque luego llegó su experiencia en solitario en el Elche, Sporting, Tenerife, Rayo Vallecano y Zaragoza. Allí se curtió hasta que hace un mes le llegó la oportunidad de su vida, la opción de entrenar a su Valencia.