“El Atleti te atraviesa, se hace para siempre”
Emotiva charla sobre lo que supone el club rojiblancos de Jordi Lardín y García Calvo en el 27 y 28 aniversario de la peña ‘Un sentimiento de La Bañeza’, en León.
“El Atleti tiene algo que te atraviesa, que te roza y se hace para siempre”. Cuando Jordi Lardín enuncia esa frase los presentes entre el público del salón de actos de la Biblioteca Municipal de La Bañeza, localidad leonesa de diez mil habitantes, asienten de manera inconsciente. Son unas cincuenta personas, setenta, y la propia foto de esa frase: ninguno va sin su rojiblanca y muchos han viajado kilómetros y kilómetros de distancia para estar aquí, en ese aniversario que siempre se hace especial. El de la peña de La Bañeza atlética Un Sentimiento. Por esta charla, por las sorpresas con las que Nino Pérez, su presidente desde mediados de 2017, siempre prepara, siempre distintas, con sumo corazón. O sentimiento más bien, como dice el nombre de la peña.
“No lo puedo evitar, mi cabeza siempre está maquinando”, confiesa con sonrisa de niño cuando llega el recreo. Una cabeza que no ha terminado la celebración de un aniversario y ya está sobrevolando el siguiente, pensando qué puede hacer y no haya hecho, pensando qué distinto. Esta charla con los invitados que acuden la realiza casi desde ‘el primer cumpleaños’ que celebra la asociación bajo su mando (es el tercer presidente tras José Luis Lombo y Gonzalo Prieto) con las leyendas que acuden, una charla siempre enriquecedora. Y emocionante. En esta ocasión en vez del salón-bar del Hotel Bedunia rodeaba el salón de actos de esa Biblioteca y dos veteranos dispuestos a hablar del Atleti rasgándose las vestiduras, de puro corazón y desde la entraña.
Los dos como caras de una misma moneda, además, la de la parte más dura y árida del club: el descenso a Segunda División. Jordi Lardín lo vivió como jugador rojiblanco. García Calvo formaba parte de la plantilla que lo devolvía a Primera dos años después. “Yo hablé con mi agente cuando me llegó la oferta y le dije que no escuchara más, que yo me iba al Atlético estuviera en Primera o en Segunda, porque aún no había ascendido, pero a mí me daba igual, quería vestir este escudo, defender a este equipo, aunque tuviera otras tres ofertas de equipos de Primera”, revela el último. Es entonces cuando Lardín dice esa frase: “El Atleti tiene algo que te atraviesa. Y mira que yo estuve pocos años (1997-2000) pero no sabéis qué orgullo siento de haber vestido esta camiseta. Lo recuerdo con muchísimo cariño”.
La conversación va y viene, detiene el tiempo entre sus saltos y anécdotas. Cómo era Luis (“tenía una personalidad increíble, cómo nos cuidó”), aquel primer Fernando Torres que compartía habitación con García Calvo, en boca de uno. O, en la del otro, la poca unión de un vestuario llenó de internacionales que se fue cayendo en un pozo y cuando quisieron salir ya no fueron capaces de encontrar asidero (y que supuso el descenso). Una charla que se alargó casi dos horas y que era el ecuador de un día que para los del Atleti en La Bañeza había comenzado muy pronto, a las 10:30 horas sobre el campo de fútbol del polideportivo municipal de la localidad, con el torneo de Fútbol 7, con ocho equipos participantes, con miembros de la peña atlética, la peña del Athletic de Bilbao y de Las Palmas, además del equipo de veteranos de La Bañeza, la escuela de fútbol, de fútbol sala y el CD Baloncesto. Tres horas de partidillos de doce minutos tras un campeón, amenizados por la charanga ‘Cuatro gatos’. El himno del Atleti sonaba en bucle. Estaba Nino, estaba Inda, por supuesto, Indalecio López, secretario, y Paco, Alberto y Fran, miembros de la directiva actual.
La peña atlética Un sentimiento de La Bañeza es la más longeva de la provincia de León y sus convocatorias siempre concentran. La ciudad estaba llena, con dos bodas grandes y la celebración del Motoclub, con este 27 y 28 cumpleaños que congregó no solo a los socios de la agrupación, también a numerosos peñistas de Castilla y León y el norte de España. “Quise en esta ocasión dar una vuelta de tuerca”, sigue relatando Nino con una sonrisa, ahora pícara. Cambiar el traje de gala y los zapatos de las celebraciones anteriores, en salones, como en una boda, por un encuentro en el que predominaran las zapatillas: con una paella a mediodía (elaborada por Paellas Ángel, toda una vida haciéndolas, el propio Ángel, su mujer Luisi y su hijo Pablo) y una cena de patatas con costillas en un pabellón de la localidad, cercano al colegio San José de Calasanz. Con un final con voz rasgada a lo Sabina, la actuación de Los Jimenos, banda vallisoletana fundada en 2010, con más de 700 actuaciones por toda España, y que terminó como la ocasión merecía: entonando alto el himno del Atleti, después de tocar todos los grandes éxitos del rock español de los ochenta y noventa. Y por supuesto Sabina. Mientras Nino seguía sonriendo y maquinando el aniversario que vendrá el próximo año. Lo documentará José Luis en una servilleta, como esas en las que perfila a boli BIC la crónica de los días. En este aniversario de La Bañeza lo hizo sobre los manteles. “Pa... ti, pa... mí, pa... él, pa... ella, ahí quería yo llegar”, escribía a mediodía. “Segunda parte del evento: estoy tan contento que no quiero nada más que caiga el meteorito ya”.
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