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El ‘annus horribilis’ de Renato Tapia

El peruano estrenó el 2022 con COVID-19 y una lesión de rodilla, después perdió la titularidad en el Celta y ahora se queda fuera del Mundial de Qatar tras perder en penaltis en la repesca.

Renato Tapia conduce el balón durante el partido contra Australia.
Joe AllisonGetty

El año 2022 está siendo realmente nefasto a nivel deportivo para Renato Tapia. El primer semestre de este año es una colección de infortunios que lastran su carrera. Después de una primera temporada excelsa con la camiseta celeste, el peso del internacional peruano en el equipo vigués fue decreciendo desde enero hasta convertirse en un habitual del banquillo. El centrocampista no perdió su rol en la selección, donde encontró la alegría con el pase a la repesca. Sin embargo, anoche vivió el varapalo más duro con la eliminación en la tanda de penaltis ante Australia.

El comienzo del año ya fue torcido para Tapia. El peruano no pudo jugar en Sevilla al tener que guardar cuarentena por haber contraído el COVID-19. Estrenó el 2022 jugando en Copa contra el Atlético Baleares, un preludio de lo que le esperaba en el año nuevo. El centrocampista tuvo que ser sustituido al descanso después de sufrir un esguince leve en el ligamento lateral interno de su rodilla izquierda, lo que le impidió participar en el siguiente encuentro liguero ante el Betis. Tuvo que esperar al 19 de enero para jugar su primer partido de liga en 2022. Y lo hizo como suplente, condición que ya no recuperaría. Tapia sólo jugó un encuentro de titular con el Celta en 2022, en mayo ante el Granada.

El crecimiento de su principal competidor en el Celta, Fran Beltrán, fue inversamente proporcional a la involución de Renato Tapia. El centrocampista perdió la confianza de Coudet en este 2022, lo que significó una devaluación en su valor de mercado. La eliminación anoche ante Australia contribuirá al descenso del precio de un futbolista al que el club vigués tiene colocado en el mercado.

El Mundial era una gran motivación para Renato Tapia, que tenía la cita de la repesca ante Australia marcada en rojo en el calendario. El centrocampista celeste no tuvo un buen rendimiento en ese partido clave, mostrándose al mismo nivel que sus compañeros en un partido bastante gris de la selección peruana. Sin embargo, sí tuvo el carácter suficiente como para dirigirse al árbitro durante el sorteo de las porterías donde se lanzarían los penaltis, pese a no portar el brazalete de capitán, y también tuvo la personalidad necesaria para lanzar y marcar una pena máxima en la tanda decisiva. Su acierto no sirvió para que Perú accediese al Mundial, sumando así otro motivo, quizás el más importante, para hacer de este 2022 su ‘annus horribilis’.