El alfa de Xabi
Kylian ha comenzado el curso disparado. Pichichi y triturando todas sus estadísticas. Además es protagonista de la nueva revista de L’Équipe: “Si no tuviera esta pasión, el mundo del fútbol me habría dado asco”.

Nueva temporada, nuevo Mbappé. Una versión mejorada. Más desequilibrante, más fluido, más adaptado, con más confianza, más fino de movimientos y físico. Más killer. Para pasar del notable de su año I al sobresaliente. Para convertir la Bota de Oro en Balón. Y ello pasa por añadir títulos a la ecuación, más allá de la Supercopa de Europa y la Intercontinental. Quiere Liga y Champions, con los que soñaba el niño del cómic. Con el Madrid galopando en su grupa. Son sus retos y los afronta con gusto. Con convicción y acción. Por algo ha cambiado la dieta y ahora cabalga con tres kilos menos que el curso pasado. Se sabe líder, se siente líder y es líder. Es el alfa de Xabi. Es Kylian 2.0.
En tres partidos ya se refleja la mutación. La muestra es menor, pero el impacto es mayor. Ante Osasuna y Oviedo, por partida doble, disparó su contador hasta siete jornadas ligueras marcando. Contra el Mallorca se paró, aunque celebró, y dos veces, pero marcó en fuera de juego. En resumen, tres duelos, tres zarpazos. Pichichi liguero junto a Buchanan y Liso. Y añadan su golazo con Francia a Ucrania y su tanto, más asistencia, para remontar a Islandia (y para superar a Henry, con 52 tantos, como segundo máximo realizador histórico de Les Bleus). Pero su olfato es la punta del iceberg. La diferencia está en todo lo demás. Y es mucho.
Ladrón y generador
Para empezar, lo tangible. Los números. Si en algo ha puesto énfasis Xabi es en la presión. Especialmente arriba, donde morder es robar y robar es marcar. Como primera medida para ordenar el talento. Y ello empieza por Mbappé. Su respuesta: jugador con más recuperaciones en campo rival en este arranque, con seis (empatado con Nico Williams). La diferencia con la temporada pasada, notable. De promediar 0,4 por cada 90′ a robar algo más de dos balones en tierra hostil. Kylian entiende el discurso del tolosarra y lo pone en práctica. No es jefe, es líder. Y los líderes lideran con el ejemplo.

Se refleja también en lo puramente ofensivo. Amén de ser el segundo con más disparos (18) y tercero con más de ellos a puerta (5), es medalla de oro en ocasiones creadas (12). Por detrás aparecen Pépé (11) y Güler (10), pero en la cima está Kylian. Y atiendan al promedio: de las 1,5 de su campaña de estreno... a las 4,1 actuales. Casi tres veces más. Todo auspiciado en su mayor confianza, y por ende eficacia, en el regate: tercero en desbordes completados (10), con un 58,8% de acierto (el curso pasado, un 49%). Un generador por sí mismo.
Menos ‘nueve’, más ‘diez’
Porque Xabi le ha dejado claro que no solo debe hincar el diente al rival, sino que tiene libertad. Aunque la muestra aún sea escasa, su reparto de duelos ofensivos respecto a la 2024-25 es significativo (ver tablas). Si antes la concentración en el vértice izquierdo del área, tanto dentro como fuera, era mucho mayor, ahora Kylian es más todocampista. Ha hecho tantos esfuerzos en esas zonas (tres en cada una), como en banda derecha y en posiciones más centradas. Insistimos, son tres partidos, pero la intención es clara. Menos ‘nueve′ y más ’diez′. El cambio de dorsal no solo ha sido numérico.

Comparación
No hay mayor exposición de la transformación que la comparación. Y, por dolorosas que suelan ser, no es el caso. El nuevo Mbappé marca más (1,02, frente a 0,84 por cada 90′), genera (muchas) más ocasiones (4,1-1,5), intenta un número de regates similar (5,7-5,3) pero completa más (3,4-2,6), chuta más (6,1-4,6) y recupera más balones en campo rival (2,02-0,4). Ahora es un Mbappé con muchas dimensiones. El Mbappé goleador, el Mbappé generador, el Mbappé líder. Un Mbappé 360º.
| Temporada | Goles | Ocasiones generadas | Regates intentados | Regates completados | Tiros | Recuperaciones en campo rival |
|---|---|---|---|---|---|---|
| 2024-25 | 0,84 | 1,5 | 5,3 | 2,6 | 4,6 | 0,4 |
| 2025-26 | 1,02 | 4,1 | 5,7 | 3,4 | 6,1 | 2,02 |
Tres kilos menos y más galones
Xabi se ha encontrado con un futbolista motivado. Con un Kylian con, a pesar de sus 44 zarpazos de la temporada pasada, ganas de más. De ahí el cambio de hábitos del bondynois. Un giro de tuerca que le hace comenzar, ya con ese peso que recuperó tras el Mundial en su fisionomía, con tres kilos menos el curso. La dieta y el trabajo específico, de la mano. En ambos ha habido cambios. Para potenciar el tren inferior y perder algo de musculatura en el superior. Para ser más ágil, más grácil de movimientos. Más decisivo.

Ante esa declaración de intenciones, sus galones se multiplican. Xabi se lo ha trasladado. Y Mbappé está encantado. La bicefalía con Vinicius no es tal este curso. Para muestra, los penaltis, que serán terreno Kylian (ya cocinó y ejecutó el primero ante Osasuna). Algo que no afecta a la buena sintonía en la plantilla ni con el brasileño. De hecho, del vestuario y de los pasillos de Valdebebas salen palabras de impresión respecto al estado físico y de ánimo del 10. El Mbappé de Florentino ya está aquí.
Entrevista con L’Équipe
Après 45 ans d'existence, @lemaglequipe se réinvente et sera désormais disponible en kiosques tous les jours. Le premier numéro, dévoilé ce mercredi 10 septembre, met à l'honneur Kylian Mbappé. Au programme notamment, un entretien XXL et les confidences de toute sa famille. pic.twitter.com/kgtR7LnnSI
— L'Équipe (@lequipe) September 9, 2025
El jugador francés del Real Madrid es el protagonista de la nueva revista de L’Équipe: “Podrías pensar que soy un maldito perdedor (por irse del PSG cuando ganan la Champions). El Real Madrid me llama; siempre ha sido mi sueño; podría haber ido antes... No se puede escupir a un equipo donde están tus amigos, aunque no fuera el PSG. Mi historia terminó y me fui sin remordimientos. Incluso las cosas que hice mal forman parte de mi historia", dice en una entrevista más personal que futbolística.
¿Tiene Kylian Mbappé derecho a fracasar?
No. Pero por eso también te tienen en alta estima. Porque aceptas todo esto, eres resiliente y siempre quieres ganar. Nunca he querido aceptar el fracaso, así que no me molesta que me critiquen por ello. Soy muy exigente conmigo mismo, más exigente que la mayoría, así que lo tomo con mucha calma.
Cuando ves lo que le pasó a Paul Pogba, por ejemplo, te preguntas: ¿Puede el dinero destruirlo todo?
Sí, puede. Cuanto más dinero tienes, más problemas tienes. Hay gente que no ve que tu vida está cambiando; quieren conservar la imagen de cuando eras niño, cuando estabas con ellos... Pero ya no eres el mismo. Tienes responsabilidades, compromisos, un trabajo y cuentas que rendir. Si alguien te acompaña en el camino, es una historia preciosa. Es bueno crecer, llegar a la cima, con la misma familia y una base de confianza. Pero a veces no funciona, y hay que saber decirlo. Eso no significa que el vínculo se haya roto, sino que esta relación no funciona. Es más difícil decirlo que hacerlo, y es un problema al que se enfrentan muchos deportistas y personalidades.
La primera reacción de muchos ante la victoria del PSG en la Champions League fue: “Kylian está cabreado”. ¿Cuál fue tu reacción?
Tengo amigos en el equipo y quienes me conocen saben que la amistad es importante para mí. No se puede escupir a un equipo donde están tus amigos, aunque no fuera el PSG. Mi historia terminó y me fui sin remordimientos. Incluso las cosas que hice mal forman parte de mi historia. Cuando jugué allí, estuvimos muy cerca, llegamos a dos semifinales y una final. No ganamos y mi tiempo se acabó. El Real Madrid me llama; siempre ha sido mi sueño; podría haber ido antes...
El karma no está realmente a tu favor...
(Se ríe). Claro, analizándolo así de rápido, podrías pensar que soy un maldito perdedor. El PSG se reforzó bien, siempre estuvo más cerca... Perdimos contra el Dortmund, disparando cuarenta veces, ocho veces al larguero... Sigo sin poder explicarte cómo no pasamos, sinceramente. En el PSG, es el segundo año de Luis Enrique, el equipo no ha cambiado, se están reforzando bien con un gran mercado de fichajes, sobre todo con Pacho... En La Liga, también perdimos el título, pero el Barça hizo un gran año. Perdimos oportunidades en partidos que parecían más fáciles, terminamos con tres puntos. Cuando entras en los detalles, ves que hay bastantes explicaciones.
También habla del lado oscuro del fútbol: “Si no tuviera esta pasión, el mundo del fútbol me habría dado asco hace tiempo. Ojalá tenga un hijo que odie el fútbol”.
Noticias relacionadas
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp.
¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí





Rellene su nombre y apellidos para comentar