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REAL MADRID

Cómo se gestó el fichaje de Bellingham por el Real Madrid

Convencer al jugador ha sido el quid de la operación y, para ello, la visita de un emisario para mostrar las bonanzas del club blanco resultó fundamental.

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Cómo se gestó el fichaje de Bellingham por el Real Madrid
INA FASSBENDERAFP

Jude Bellingham (19 años) ya es realidad. Lo era hace tiempo, pero ya es oficial. Un futbolista llamado a tomar el relevo de Luka Modric como jefe de la sala de máquinas del Real Madrid. Un futbolista por el que suspiraba la Premier, encabezada por Liverpool, primero, y Manchester City, después. Una competencia temible en lo económico, donde el equipo blanco era consciente que no era favorito si había pulso. Especialmente con los citizens, pues en Mersey se bajaron de la puja antes de que se iniciase la ronda de ofertas. Conscientes del contexto, en el club blanco articularon un plan: convencer al jugador.

El encaje de Bellingham en el centro del campo del Madrid

Cómo se gestó el fichaje de Bellingham por el Real Madrid

Como informó AS, el Madrid envió un emisario a Dortmund para tender puentes. Un primer contacto con el que perfilar las líneas maestras del plan para con Jude en la casa blanca. Amén de mostrarle al centrocampista y a su padre y agente, Mark Bellingham, las bonanzas del equipo de las 14 Copas de Europa. Tarea de persuasión que desde el departamento de captación madridista, con Juni Calafat, Chief Scout, a la cabeza, tienen sobradamente pulida en el Paseo de la Castellana. Así se orquestaron los aterrizajes de Valverde, Vinicius, Rodrygo, Camavinga, Tchouameni o Endrick. Reuniones previas clave para que los futuros cracks hicieran oídos sordos a cualquier melodía seductora que no se entonase en clave madridista.

A Bellingham, como a sus futuros compañeros, también le conquistó el proyecto expuesto. Y así llegó el ‘sí', detallado por este periódico. Un jaque necesario antes de asestar el mate. Con el beneplácito del jugador, el Real Madrid pudo sentarse a la mesa a negociar en posición de ventaja, con el control de tablero. Además, al otro lado estaba, además de Sebastian Kehl, director deportivo borusser, Hans-Joachim Watzke. El CEO del Dortmund siempre ha mantenido una relación cordial y agradable con su homónimo, Florentino Pérez, y por ende con el Real Madrid. Achraf o Reinier, a préstamo en la cuenca del Rhur por parte de los blancos, son buena muestra del bueno tono existente entre entidades. Tras ser oficial por el Real Madrid, el propio Watzke ha dado las gracias al Real Madrid en un comunicado oficial del Dortmund: “Damos las gracias a Jude por estos tres años llenos de pasión por el Borussia Dortmund. Ha sido una época fantástica juntos. Nuestro agradecimiento también va hacia el Real Madrid por las conversaciones siempre justas y constructivas”.

Este escenario amable ha sido fundamental para subir el último escalón, el precio de la operación. Desde el Signal Iduna Park pretendían ingresar 150 millones de euros, cantidad alejada del límite marcado por el Real Madrid. 100 millones de euros, ese era al montante que no quería traspasar. Una rebaja considerable, pero posible. Mucho trabajo por hacer y un condicionante que se presuponía decisivo, como así ha sido: las famosas variables. A través de diferentes ‘extras’ se ha llegado a un punto intermedio que ha contentado a ambas partes. El precio fijo es de 103 millones de euros y las variables no pueden ir más allá de 30,9 millones, como comunicó el Dortmund a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de la Bolsa de Fráncfort. Así se gestó el apretón de manos definitivo, tras un reconocimiento médico realizado fuera de focos para asegurarse que la lesión que impidió a Bellingham disputar la última y decisiva jornada de la Bundesliga no sería impedimento. No lo fue y el zurdo de Stourbridge se convirtió el nuevo galáctico del Real Madrid.