Cinco razones que explican el adiós de Pacheta
El técnico dice adiós al Real Valladolid tras encajar una goleada en el Bernabéu, aunque esta fue solo el culmen de una serie de desdichas.
El Real Valladolid ha puesto fin a la etapa de José Rojo Pacheta en el banquillo de su primer equipo después de cosechar una durísima goleada en el Santiago Bernabéu, aunque este traspiés no fue más que el culmen de una serie de desdichas que, si bien mantienen a los blanquivioletas fuera del descenso, han invitado a un cambio por el conjunto de unas sensaciones mejorables.
Sangría fuera de casa
Desde que comenzó la temporada, el conjunto blanquivioleta mostró apatía a domicilio, siendo un juguete en manos de rivales como Barcelona (4-0), Athletic (3-0), Atlético de Madrid (3-0) o Celta (3-0). A ello se le suman cuatro partidos en los que perdió puntos en los últimos minutos: el Sevilla empató en el 86′, el Girona ganó en el 88′, el Mallorca hizo lo propio en el 94′ y el Elche, en el último y más preocupante tropiezo hasta el cataclismo en el Santiago Bernabéu, rebañó un punto en el 95′ y estuvo cerca de quedarse con los tres.
Sin pegada
Fuera de casa el Real Valladolid ha encajado hasta 31 goles, siendo el equipo que más recibe cuando sale de su estadio (aunque con un partido menos que el Elche, que lleva 30). Frente a la portería rival no le va mucho mejor: solo ha hecho ocho tantos como foráneo, los mismos que el Elche y el Valencia, con una media que supera por poco el gol cada dos partidos. En Zorrilla no le ha ido mucho mejor: doce goles en trece partidos ante su público son escasos, máxime teniendo en cuenta que Larin lleva la cuarta parte de la veintena totalizada en apenas un par de meses.
Dos rachas muy malas
Claro está, no todo es malo en la tarjeta de Pacheta como técnico blanquivioleta en Primera. Los 17 puntos sumados antes del parón, en las 14 primeras jornadas, mostraban una tendencia positiva que desapareció al volver a competir tras el Mundial. Sumado el 3-0 en San Mamés, el Pucela encadenó cinco derrotas consecutivas, de las que salió con dos triunfos agónicos, ante Valencia y Real Sociedad, pero de mérito, sobre todo el segundo. A esto le ha seguido otra racha, la actual, de apenas una victoria en siete jornadas, ante el Espanyol, a la que se le suman dos empates, ante Osasuna y Elche.
Riesgo o contagio
Para lo bueno y para lo malo, el Pucela se ha agarrado a Zorrilla como estímulo. Los 20 puntos que acumula de local superan la cosecha de seis equipos, igualan la de Rayo o Celta y son uno menos que los que lleva el Athletic con un partido más. Precisamente el conjunto de Ernesto Valverde fue el último que hizo titubear a los blanquivioletas en casa, con una actuación con tintes de contagio o de riesgo de ello por problemas tácticos y por problemas en los duelos, un hecho impropio del equipo hasta ahora dirigido por Pacheta, que, emocional como su exentrenador, siempre ha necesitado unas altas pulsaciones para imponerse a sus rivales.
El culmen
El punto final a la estancia del burgalés en el Real Valladolid se pone después de un duro epílogo: el 6-0 en el Bernabéu, con Ronaldo en el palco y el equipo desdibujado en el césped. El pergeñado parecía un buen plan de partido, con una presión sobre la salida de balón del Real Madrid que permitió varios robos altos y generar dos ocasiones en los primeros diez minutos. Ir a pecho descubierto con los dos volantes a una altura importante provocó que Asensio encontrara espacios para transitar en el 1-0. Con el 2-0, marcado casi a continuación, saltó todo por los aires y los blanquivioletas completaron una actuación poco decorosa, completamente entregados a un rival que pudo golear todavía con mayor holgura.