César de la Hoz: “Me encuentro en mi plenitud”
El segundo capitán del Almería se ha reencontrado en el sur después de plantearse hace un año salir si no se sentía “protagonista”. Reconoce que no se ha sentido tan importante en otro club como lo es en la UDA.
Junto con Fernando Martínez, César de la Hoz López (1992, Liérganes) representa a las mil maravillas lo que significa el término paciencia. Como él mismo reconoce, hace un año no descartó salir si no se sentía protagonista. Finalmente lo fue en el mejor Almería de la historia. Fue el primer jugador de campo que más partidos disputó en liga (41), el cuarto en minutos (3.104) y más allá de los datos, la sensación era que el equipo de Rubi era uno con el cántabro en el césped y otro fuera de él. Uno de los pocos reductos de la época de Alfonso García ha encontrado la madurez en el sur, reconociendo que nunca antes se había sentido tan importante en un club.
Una conversación con él prueba de que se trata de un tipo culto. Este año finalizó la carrera de Fisioterapeuta, mismos estudios que cursó su hermana, realizando incluso prácticas antes del confinamiento obligatorio. “Me gustaría seguir ligado al mundo del fútbol”, reconoce, antes de pedir algo de experiencia en los fichajes. Tras unas paradisiacas vacaciones en Egipto y Mauricio, charla con AS la semana de su boda con Irene. Será el sábado en Liérganes, su pueblo. En el horizonte, su debut en Primera División.
¿Ha logrado desconectar durante las vacaciones?
Sí. Bueno, al llegar del pueblo todo el mundo recuerda el ascenso y entonces siempre está presente. Pero al salir de España he conseguido disfrutar y desconectar un poco del fútbol.
¿Es el mejor ejemplo este ascenso y, sobre todo, el papel de Fernando y de usted de lo que significa el término ‘paciencia’?
Es un gran ejemplo porque en el fútbol muchas veces no se de todo como tú quieres, pero si se trabaja sin ponerse nervioso, al final las cosas llegan. Es un gran ejemplo el Almería en eso de la paciencia. Ha sido el año que menos se ha cambiado la plantilla, con la línea de trabajo de la temporada anterior.
El propio club mostró esa paciencia en enero con Rubi.
El club confió en él. Se estaba viendo que el trabajo que estábamos haciendo durante todo el año era muy bueno. Tuvimos un mes de enero malo por cosas externas, como el coronavirus, que nos lastró mucho. Además, Sadiq se fue con su selección, los delanteros se nos lesionaron... En cuanto se solucionó volvimos a la dinámica, no tan buena como en la primera vuelta, pero funcionó muy bien.
¿Cómo es su relación con Fernando fuera del campo?
Muy buena. Desde el primer momento ha sido excelente. Llevar tantos años aquí hace que sea una relación muy estrecha, tanto nosotros como nuestras parejas.
Decía Cristiano Ronaldo en su etapa en el Real Madrid algo así como que no hacía falta ser amigo de Benzema o Bale para entenderse dentro del campo. ¿Cuánto de importante es la piña que se hace fuera del verde?
Es muy importante ser una piña y estar unidos, sobre todo, en los malos momentos. No quiere decir que yo me vaya con todos mis compañeros a comer fuera. Pero sí hay que tener confianza, respeto y unión. Eso ayuda en los malos momentos. Y hay que disfrutar de los buenos. Hemos conseguido tener buena relación entre los compañeros y respeto entre todos. Me pueden decir lo que quieran y yo a ellos. En las malas nos vamos a ayudar siempre, pero no quiere decir que seamos amigos del alma, ni mucho menos.
¿Hay mejor ambiente que en temporadas anteriores?
El ambiente siempre ha sido bueno, pero este año hemos conseguido más unión. Cada uno ha puesto más de su parte para que todo funcionase. Ha sido un grupo muy bueno, sano y en el que todos reman en la misma dirección.
Como capitán, ¿qué consejo le da a los más jóvenes?
Yo tampoco soy quién para dar muchos consejos. Intento dar ejemplo y que haya respeto. Hay que incentivar el trabajo y el buen rollo, que al final van a dar resultados. Consejo como tal, no soy quién para dar muchos.
Aterrizó en Almería en una época diferente. ¿En algún momento pensó ‘¿qué hago yo aquí?’.
Siempre he estado muy contento y a gusto aquí, pero sí que es verdad que la temporada pasada no tuve los minutos que me hubiesen gustado y me planteé la opción un poco de que a mí me gusta jugar. Era un equipo muy bueno, que aspira a lo máximo en la categoría, pero yo quería sentirme protagonista porque si no, los meses y las semanas se hacen largas. Rápidamente el club me transmitió su confianza y apenas dudé de quedarme aquí. La ciudad me gusta mucho, estoy muy a gusto y siempre me han tratado muy bien tanto a mí como a mi familia. Es mi segunda casa.
En estos cuatro años ha vivido de todo. ¿Le da para escribir un libro?
[Ríe] Sí. Hemos tenido muchos momentos buenos y malos, con el coronavirus de por medio, el cambio de propietario... Muchas vivencias y experiencias que te hacen crecer y ser mejor jugador y persona.
La mayoría de los análisis señalan como fundamental su entrada al mediocentro adelantando a Samu al interior. ¿Reconoce que fue un movimiento clave?
No sé. Antes de entrar yo en el once el equipo también estaba jugando bien y ganando. Me siento muy bien con todos mis compañeros y creo que a veces les hago mejores jugadores porque me tienen a mí detrás. No se me ve tanto, pero les doy más potencial a ellos. No sé si ha sido clave o no, pero ha servido para ascender y con eso me quedo.
¿Cuáles fueron otras de las claves del ascenso?
No ponernos nerviosos cuando las cosas han ido mal. Siempre que ha habido una derrota, rápidamente nos hemos repuesto y hemos conseguirlo darle la vuelta. Hemos dado prioridad a las cosas, no podemos volvernos locos si no salen. Hemos sido muy regulares durante el año.
Desde fuera da la sensación de que la fuerza mental se ha mejorado respecto a temporadas anteriores.
Es mérito del entrenador, con sus charlas del día a día. Nos ha ido mentalizando y dándonos tranquilidad. El equipo ahí sí dio un gran paso adelante respecto a temporadas anteriores.
¿Cómo es su relación con Rubi?
Muy buena. Una relación normal entre jugador y entrenador. Siempre se ha portado bien conmigo, me ha dado confianza y yo, encantado.
Yéndonos a la recta final del curso: ¿fue un fallo la fiesta en el vestuario de Anoeta, con cánticos de ‘¡A Primera!’, que después pudieron volverse en contra?
Ese fue un momento puntual, éxtasis después del partido. Es normal que venga, pero después durante la semana los pies estaban en el suelo y sabíamos de la importancia del choque [ante el Alcorcón]. Es más, no hubo exceso de euforia, en ese partido pecamos de nerviosismo, de ver que estaba ahí y a la vez no. Nos entraron esos nervios. Pero es normal festejar las victorias, quizás yo particularmente no era muy partidario, pero entiendo perfectamente que salga eso tras la emoción que supone.
¿Cómo estaba el grupo tras perder ante el Alcorcón?
Afectado porque todos sabíamos que lo teníamos ahí y era el día, en el sitio perfecto, nuestro campo y con nuestra afición. Fue un golpe duro, pero al lunes ya sabíamos que dependíamos de nosotros y que lo podíamos conseguir.
¿De qué forma se maneja la presión esa semana de Leganés?
Con las charlas del entrenador como cada semana. No se está continuamente hablando de ello, sino se entrena para que la semana pase con normalidad. Durante esa semana corregimos el error que pudimos cometer ante el Alcorcón de centrarnos mucho en el rival cuando perdía tiempo y sacarnos de nuestro juego.
Ascienden y en la fiesta sale con la camiseta de Soriano. ¿Cómo se le ocurrió?
Llevaba pensándolo porque quería que se viese la historia del club. Con Soriano tengo buena relación y le pedí que me la dejase si no le importaba para mostrar la historia de un club humilde que está trabajando. No queremos volver atrás.
En mes y medio debutará en Primera. ¿Se lo imaginaba cuando tenía diez años?
Es la ilusión y sueño de cada niño. De pequeño quería debutar con el Racing, el equipo de mi ciudad y donde he estado mucho tiempo. Estuve a punto de hacerlo, pero por ciertos motivos al final no se di. El sueño de debutar en Primera está cerca de llegar, ojalá ocurra en mes y medio.
¿Cuáles son las expectativas para la nueva temporada?
El club tiene que salvarse y asentarse en la categoría. Al principio será difícil porque venimos de Segunda, sin demasiada experiencia en Primera de la plantilla. El club para eso es ambicioso y seguro que se conseguirá.
Mohamed El Assy ha dicho en más de una ocasión que el objetivo a medio plazo es la Europa League. ¿Puede causar una presión extra?
El club es consciente de lo que tiene que conseguir. En la primera temporada el objetivo es mantenerse para consolidarse en Primera. Lo de mirar más allá viene para más adelante. La plantilla tiene que estar tranquila y conseguir lo que tiene que conseguir. Después ya se verá.
¿Le hubiese gustado un comienzo de campeonato más asequible?
Al final hay que jugar ante todos antes o después. Va a ser un reto bonito [debutar contra el Real Madrid], tenemos mucha ilusión de disputar el partido y conseguir algo en nuestra casa.
¿Ha encontrado la madurez en Almería?
Sí. Desde que llegué he ido creciendo, cada vez me encuentro mejor. Es una época buena y creo que estoy en mi plenitud ahora mismo.
Hablando de madurez: ¿ha madurado y a su vez rejuvenecido la masa social desde que llegó hasta ahora?
La afición ha crecido muchísimo. Cuando llegué por la calle apenas te decían nada, no te conocían. Ahora no das ni tres pasos y alguien te dice algo. Ves por la calle gente con la camiseta del equipo. En el estadio el cambio también ha sido brutal, cómo animan, el recibimiento con el equipo... Ha sido un salto muy grande.
¿Se ha sentido en otro club más importante de lo que está siendo en Almería?
La verdad es que no. No es el tiempo en el que más tiempo he estado en un club. Fue en el Racing, aunque era la cantera, así que Almería es el club en el que más tiempo he estado a nivel profesional. Ahora es cuando más a gusto estoy.
¿Echa en falta jugadores con más raíces en el club?
En cada club no suele haber tantos jugadores que lleven mucho tiempo. Hay una base de tres-cuatro-cinco que llevan más. Es lo normal. Estoy a gusto con el equipo de la temporada pasada porque había gente de aquí, como Robles, y luego otros con más tiempo, como Martos. También joven y con ilusión y otros más veteranos.
¿Puede garantizar al 100% su continuidad?
Yo creo que sí.