Benzema no tiene fin
Ha empezado donde lo dejó. Le hizo un golazo al América en su primer partido del verano y sustenta la idea del Madrid de que no hay un nueve mejor. Ancelotti tiene un plan para que llegue fresco a la Supercopa.
“Cada año es mejor, es una pasada”. Al vestuario del Real Madrid se le empieza a acabar el modo de definir la importancia de Karim Benzema en el equipo. Esas palabras de Lucas Vázquez en el mismo túnel de salida del Oracle Park de San Francisco ilustran la admiración interna por su ahora primer capitán. El francés ha vuelto donde lo dejó en la final de París, siendo el cerebro y el martillo envuelto en seda del Madrid en los últimos metros. Le hizo un golazo al América y se quedó a puntito del otro. En sólo 45 minutos, sin despeinarse la barba.
En el estadio de los Giants, Karim fue el gigante que acostumbra aunque el partido fuera una simple escaramuza de entrenamiento, por eso se llevó el Man of the Match. Un reconocimiento simbólico también a otro nivel, el de que es un futbolista insustituible. El Madrid romo del Clásico, con Hazard de falso nueve, tornó en ese equipo del año pasado donde todo fluía gracias a su nueve. No le ha hecho falta mucho para recuperar ese toque. En su primer día en las instalaciones de UCLA en Los Ángeles, el pasado día 20, llamó la atención que los primeros dos remates de Karim, bastante sencillos, se le fueron a una distancia anormal de la portería. Uno muy alto, otro a un lado. Ese modo vacaciones ya se ha esfumado y su puntería sigue donde estaba. También su juego de pies. Acarició el doblete tras un doble regate en una baldosa a dos zagueros mexicanos...
“Pasado el partido de la Juventus, vamos a bajarle a Karim la carga de trabajo”
La presencia de este Benzema a sus 34 años, siete meses y ocho días es una bendición para el Real Madrid porque no sólo embruja al balón como siempre, ahora está en posición de ofrecer cifras realizadoras (44 goles el curso pasado) que no se veían en Chamartín desde Cristiano. También porque no ha utilizado en ningún momento esta dependencia que tiene el proyecto blanco de sus goles para hipotecar al club con un contrato largo y caro. Desde hace dos años lo tiene todo hablado para ir renovando a lo Modric, es decir, temporada a temporada y hasta que el cuerpo diga basta o las ganas de verse ambas partes mengüen. De momento ambas posibilidades parecen lejanas. Karim ha encontrado un punto en el que domina perfectamente las señales de su cuerpo midiendo los descansos y el Madrid cuenta los días para poder lucir la foto del francés levantando el Balón de Oro. En las instancias más altas de la casa se viene considerando que es el mejor nueve del mundo y que por tanto no es necesario barrer el mercado para fichar otro, por lo menos de relumbrón.
Sobre esa persistencia física, además, Ancelotti es el primero que va a tomar decisiones para prolongarla al máximo porque también se halla la presencia ya visible en el horizonte del Mundial. El italiano desveló tras el empate contra el América que hay un cuidadoso planning diseñado para el francés. “Tras el partido de la Juventus, vamos a bajarle a Karim la carga de trabajo”. La idea es que recupere muscularmente el esfuerzo realizado todos estos días en Los Ángeles (se incorporó hace ocho días al mismo el ritmo que el resto, sin empezar de manera progresiva) para coger impulso en los días inmediatamente previos a la Supercopa de Europa, el 10 de agosto en Helsinki. La primera cima hacia el posible Sextete necesita de un Benzema con las piernas listas para tirar del carro.