Aprobados y suspensos de un Espanyol que no levanta cabeza

Lecomte. Primera parte impecable. Le sacó la más peligrosa a Yeremi Pino y transmitió seguridad. Pero esto es el Espanyol y el drama en la portería siempre tiene un capítulo extra. Inexplicablemente se introdujo el balón en su portería en un despeje defectuoso. Son ya demasiadas malas acciones como para achacarlas simplemente a la mala suerte. La apuesta de Diego Martínez por él, en detrimento de Álvaro, resulta difícil de entender .

Óscar Gil. En su línea. Sobrio atrás, pese un descuido con Yeremi Pino en la primera mitad, y desaparecido delante. En un equipo que quiere jugar abierto, transicionando y buscando balones a Joselu se echa de menos una mayor participación en ataque.

Calero: Se vació en las ayudas, tanto a Óscar Gil como a Sergi Gómez. Cada vez que les ganaron la espalda llegó para al menos molestar al delantero del Villarreal. El mejor de los dos centrales.

Sergi Gómez. Superado por velocidad por Danjuma, fue quien tuvo más problemas para mantener a raya a los delanteros del Villarreal. Ninguna culpa tuvo, ni él ni Calero, en el gol del Villarreal.

Brian Oliván: Casi todo el peligro, sobre todo al inicio, llegó por su banda. Profundo, combinó bien con Puado. Sin embargo, a diferencia de otras citas, le faltó precisión en el centro.

Vini Souza. Sufrió un fuerte golpe y acabó sustituido. Se vació como siempre y controló relativamente bien a un jugador de la calidad de Parejo. Buen trabajo, poco agradecido, del brasileño. Podría, eso sí, aportar algo más en ataque.

Keidi Bare. Segundo partido de titular y en este su situación no estuvo condicionada por ninguna expulsión. Buen trabajo defensivo, presionó bien, pero erró, con 0-0, una acción clarísima de gol. Tanto quiso asegurar su remate que acabó estrellándolo en Rulli.

Puado. Buena participación y pobre ejecución. Corrió, se desmarcó, presionó. Hizo todo lo que le pidió el equipo pero falló en lo más determinante: Rulli le sacó un mano a mano que podría haber supuesto el primer gol del Espanyol. En la segunda parte siguió fallando sus remates.

Darder. Juega a otra cosa en el buen sentido de la expresión. Suyas son, partido tras partido, las mejores acciones del Espanyol. Sus conducciones superando líneas son, al margen de los centros a Joselu, el mejor argumento ofensivo del Espanyol. Acabó agotado.

Braithwaite. No fue su mejor noche. Su fulgurante inicio se ha ido apagando y fue el primer sustituido. Se echó de menos más presencia en el área del delantero danés.

Joselu. Desconectado del equipo, no le llegó ni medio balón en condiciones. Poco pudo hacer más que pelear con Albiol. Nada se le puede exigir si sus compañeros no son capaces de hacerle partícipe del juego.

Aleix Vidal. Le puso un balón de oro a Keidi Bare nada más ingresar en el terreno de juego. Mejoró mucho las prestaciones de Braithwaite, jugador por el que entró. Aportó verticalidad y velocidad.

Edu Expósito. Entró por Vini. Perdió un balón muy comprometido con el Espanyol volcado al ataque que pudo haber sentenciado el partido.

Melamed. Con la chispa habitual, pero sin acierto y sin demasiados minutos para demostrar su valía. Salir al final de un partido que el Espanyol va perdiendo no es un escenario ideal para crecer como futbolista. Vio la amarilla.

Dani Gómez. Entró en el 80′ para refrescar el ataque.

Lazo. Relevó a Oliván en el último minuto de partido.