Kane, un 9 con alma de 10
Es un killer en el balcón del área. Lleva tres asistencias en este Mundial y está a una del récord histórico de Beckham.
En el modesto barrio londinense de Tottenham, cuando se habla de José Mourinho, uno de los recuerdos mejor guardados es su labor con Harry Kane (29 años). Fueron apenas dos temporadas (un año y medio exactamente, de noviembre de 2019 a febrero de 2021) pero bastaron para redefinir el estilo del delantero inglés y cambiar su carrera de manera definitiva.
Porque Kane era un killer del área, un animal que solo se alimentaba de goles… hasta que cambió de hábitat y pasó al balcón del área, como diría Ramón Besa. Ahí es donde resultó clave la figura del entrenador portugués, que ya antes había entrenado a Karin Benzema y que rápidamente se dio cuenta de las posibilidades de Kane, con unas condiciones técnicas y una visión de juego que estaban llamándole a jugar a campo abierto.
“¿Es un quarterback?”, “¿Es un mediapunta?”, “No, es un falso 9″, suelen concluir los aficionados de los Spurs sobre Kane, que comanda las jugadas de ataque en el norte de Londres y lanza en carrera a los extremos pero que no ha perdido su apetito goleador. Prueba de ello son sus 12 goles en lo que va de Premier League o, sin ir tan lejos, su tanto ante Senegal finiquitando una contra bien llevada por Bellingham, que pasó fugazmente por los pies de Foden y que acabó en el área, antes de que Kane diera dos pasitos, se preparara para el disparo y soltara un derechazo que valía por el 2-0, justo antes del descanso.
Era un gol ‘psicológico’ y aseguraba el pase de Inglaterra a los cuartos de final del Mundial, aunque para Kane significaba además su estreno goleador en Qatar después de irse de vacío en los tres primeros encuentros. Tres oportunidades para marcar en las que, sin embargo, el capitán de los ‘Three Lions’ se alejó del marco de la portería y prefirió regalar tres asistencias: dos ante Irán y su desquiciada defensa (que encajó seis goles en total) y una frente a Gales (que cayó por 0-3).
Salir para dejar hueco
Kane tiene en su mano (o en sus botas) sumar una cuarta asistencia ante la selección de Didier Deschamps y superar a su compatriota David Beckham como máximo asistente en una Copa del Mundo. Pero, para conseguirlo, antes tendrá que sacar de zona a Raphael Varane y a Dayot Upamecano y dejar el camino al gol despejado para los carreras de Bukayo Saka, Phil Foden, Marcus Rashford o cualquiera de los extremos escogidos por Southgate.
La estrategia está clara, y con permiso de Koundé y Theo Hernández, que muy previsiblemente serán la pareja de laterales de Francia, Kane intentará reproducir lo que ya consiguió contra Irán: retrasar su posición y esperar la subida de un compañero hasta dejarle en una posición idónea para rematar. Algo muy similar a lo que hace cada domingo en el Tottenham Stadium con Son Heug-min, que la temporada pasada fue Bota de Oro de la Premier con 23 goles. Por cierto, muchos de ellos fueron con la colaboración inesimable de Kane. Un ‘9′ con alma de ‘10′.