Los días más difíciles de Ian Mackay en el Deportivo
El portero y capitán del Depor se entrena sabiendo que saldrá en este mercado invernal. El adiós al ascenso en Castellón en junio marcó su declive.
El 11 de junio de 2021 Ian Mackay era un hombre feliz al confirmarse su regreso al Deportivo 16 años después de su marcha. El portero coruñés se convertía en el hijo pródigo que regresaba a casa en el momento más difícil del club de su corazón, que acababa de fracasar de forma estrepitosa en su primer año en Segunda B. Una vuelta teñida de romanticismo porque Mackay venía de ser elegido el mejor portero de Segunda la campaña anterior, rechazaba ofertas de superior categoría para jugar en Riazor y se convertía en capitán junto a Bergantiños.
En su primer año fue de titular indiscutible, pero el Albacete dejó al Deportivo un año más en Primera RFEF. La confianza era total y poco después renovaba hasta 2024, el contrato que ahora le condena. En su segunda temporada tampoco hubo discusión. El año no fue tan lucido para el equipo, pero el Depor se metió en el playoff de ascenso. El desastre llegó exactamente dos años después del día de su fichaje. Otro 11 de junio, ahora de 2023, el equipo fracasaba en Castalia y decía de nuevo adiós al ascenso.
Ese día Mackay tuvo su peor tarde como blanquiazul en el peor momento. El portero coruñés, incomprensiblemente nervioso, pifió en dos ocasiones para ‘regalarle’ un 2-0 al Castellón. La guinda a su nefasta tarde la puso en el minuto 90 al cometer una agresión cuando tenía el balón controlado que acabó en expulsión y penalti. La pena máxima se marchó fuera, pero el Deportivo, con uno menos, acabó cediendo en la prórroga (4-3) y diciendo adiós a la posibilidad del ascenso. Mackay quedó señalado y el acoso fue tal que tuvo que cerrar sus redes sociales.
Meditó retirarse
La debacle de Castalia marcó a Mackay, que incluso pensó en retirarse, pero finalmente optó por seguir. La demolición del club supuso una profunda reforma del equipo. El nuevo director deportivo, Fernando Soriano, cambió el modelo de la portería apostando por la competencia directa con el fichaje de Germán Parreño, que acabó ganándole la carrera por la titularidad. El meta coruñés solo ha jugado este año cinco partidos de liga encajando otros tantos goles.
Necesidad de fichas sénior
A la situación deportiva de un portero acostumbrado a ser titular se unió la de los despachos, que ha terminado por sentenciarle. Mackay es junto a Cayarga y Valverde el elegido para salir en este mercado invernal, pero mientras los dos últimos tienen contrato hasta 2025, el meta acaba en junio. El club acaba de fichar a Eric Puerto, que con su ficha sub-23 aumenta el margen de maniobra de Soriano y a la vez enseña la puerta de salida a un Mackay que sigue entrenándose en Abegondo sabiendo perfectamente que sus días en A Coruña están contados. La pregunta ahora es si a sus 37 años colgará los guantes o buscará una nueva aventura.
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