Esquivel, de una taquicardia y rotura de rodilla a brillar en el Metropolitano
El guardameta se estrenó con el Atleti B en el feudo rojiblanco y dejó una gran actuación. Premio tras un último año de contratiempos.


El Metropolitano abrió sus puertas al Atleti B como premio a su cantera. Forma de dar visualización y apoyar a una Academia que vive un momento de salud fantástico. Y quizás nadie merecía tanto ese premio como Salvador Esquivel. El guardameta se estrenó con el filial en el partido más especial. Con la ausencia de Iturbe, titular indiscutible pero convocado por la Sub-21, el turno y la responsabilidad cayó en los guantes de Esquivel.
Y fue el gran protagonista del partido. Tres enormes paradas para dejar su meta a cero y que el equipo de Torres sumase un punto ante el Betis B en esa batalla encarnizada por el playoff de ascenso. Un tiro a bocajarro, un roce con la punta de los dedos para enviar el balón al larguero y un pie milagroso. Del 2005, el último año no ha sido fácil para Esquivel. Titular en el juvenil con Torres, el portero sufrió un episodio de taquicardia el 7 de noviembre del año 2023 en la Youth League contra el Celtic. Se sintió indispuesto cuando el encuentro se encaminaba a su fin y tuvo que ser atendido y trasladado directamente al hospital para someterse a pruebas.
🆕 Debut con el Atleti B
— Atleti Academia (@AtletiAcademia) March 25, 2025
🔝 Hacerlo en el Riyadh Air Metropolitano
⛔ Y con tres paradones
¡De locos lo tuyo, Esquivel! 😎 pic.twitter.com/NH9eCV0tp9
Por suerte, todo quedó en un susto, superó los consiguientes reconocimientos médicos y recibió el alta diez días después para reincorporarse a la dinámica de grupo. Con un Atlético juvenil lanzado al título de Liga, con Esquivel protagonista en los derbis y a gran nivel, de nuevo una piedra se cruzó en el camino. El portero sufrió una rotura de ligamento cruzado antes de la Copa de Campeones, que también levantaría el equipo de Torres con Luismi bajo palos curiosamente en una final ante el Betis, lo cíclico de la vida. Un título dedicado a su Salvador, que ha tenido que sufrir en silencio para volver a los terrenos de juego.
Un total de 307 días hasta volver a situarse en la meta rojiblanca en partido oficial. Contra el Salzburgo, en la Youth League. El Atlético quedó eliminado (2-1), pero Esquivel se volvió a sentir plenamente futbolista. Recuperar la sonrisa y tener la recompensa de que todo había merecido la pena. Con la guinda días después en el Metropolitano. Un regreso por todo lo alto. Ante 12.898 espectadores, demostrando sus dotes y reflejos. Esquivel vuelve a ser feliz. Un premio a la constancia.
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