El Madrileño vuela a la cabeza

Como si de un espejo del primer equipo se tratase, la última semana del Atlético Madrileño le ha disparado desde el barro a la cabeza. Y, lo más importante, a la sensación de encontrar lo que Torres quería en su proyecto. Los triunfos ante Betis Deportivo (tras 286 días sin ganar de visitante) e Ibiza (el primero en la sede de Alcalá) sitúan al filial colchonero en la tercera plaza y a un punto del liderato, aunque tres por encima del descenso en esta Primera RFEF apretadísima. Con las balas de Iker Luque y Arnau en las bandas, la calidad de Jano entre líneas y la energía de Bellotti y Serrano en el medio, el Madrileño tumbó a un Ibiza con el claro objetivo de estar la próxima temporada en Segunda División.

Comenzaba Torres con la obligación de cubrir las ausencias de Rayane y Julio, titulares al mismo tiempo en el Mundial Sub-20 y que pueden perderse hasta un mes de Liga, y apostaba por la claridad de Jano en la mediapunta y la polivalencia de Dani Martínez para abrirse al lateral izquierdo. Paco Jémez por su parte alineaba a Glezer en el lugar de Alex Gallar para intentar fortalecer su sala de máquinas. Desde el primer instante se abriría el intercambio de golpes. El Atlético, más joven e impulsivo, y el Ibiza, con jugadores que hace poco tocaban la élite con Bebé a la cabeza.

Tomaría la cabeza la energía rojiblanca. Del centro desde la izquierda y el remate de Sofiane al larguero con Esquivel vencido se pasaría al 1-0 como premio a la constancia de Bellotti. El argentino presionó un balón en el que solo él creía. Se confió Ramón, controló largo y el argentino se lo arrebató para encajarlo en la red. El medio fue un torrente de energía todo el partido. Un gol de los que hacen daño en el marcador y en la mente del rival. Y si el partido se vuelve eléctrico, nadie como Iker Luque para agitarlo.

El extremo derecho ha empezado el curso con un nivel excelente. Desborda, sale por fuera, por dentro, trabaja, busca el centro y el disparo. Cada vez con más elementos desequilibrantes en su juego. Y los mostró en una misma jugada. Se marchó por dentro para golpear con la zurda al palo y tras reiniciarse la jugada vio con la diestra un pase entre líneas mágico para el desmarque de Arnau. El catalán volvió a demostrar que es regate puro para superar a Ramón y hacer el segundo. El Madrileño tiene flechas en sus bandas.

El marcador era rojiblanco, aunque el partido estaba vivo. Y más si Del Pozo llega a enganchar su volea a la escuadra. Se topó con el larguero, la segunda vez que la madera salvaba a los de Torres. Evitó Esquivel el 2-1, buscó Luque y Arnau el tercero, pero nada se movería hasta la segunda mitad. Intentaba agitarlo Jémez con un triple cambio: Davo, Alex Gallar y Ernesto al verde. Para volver al ida y vuelta. Se le marchaba alto el tercero a Arnau, volaba Esquivel al derechazo de Bebé, evitaba Ramón el doblete de Bellotti en el mano a mano... La segunda mitad no daba tregua.

Se abrían huecos, pero siempre faltaba el detalle final. El último pase, el control, el elemento que desatascase la jugada. Y Esquivel se agigantaba sobre su meta para cerrar la primera victoria rojiblanca desde su mudanza a Alcalá. Volver a erigir el fortín de Majadahonda era clave para poder soñar con el ascenso. Dos empates y un triunfo que demuestran que el Atlético vuelve a ser un hueso aunque cambie de casa. El Ibiza se mantiene arriba, pero los tres pinchazos consecutivos (dos puntos de nueve) dejan patente que los de Jémez se han atascado. Se encontraron a un Atlético contundente y extramotivado. Una versión que permite a los de Torres soñar con pelear ese ascenso que es el gran sueño y objetivo del técnico rojiblanco.

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