El Andorra retará a la Ponferradina por subir a Segunda

El Andorra está en la final del playoff de ascenso a Segunda destilando una calidad, seguridad y pegada que asustan. El Ibiza tuvo su momento para meterse de lleno en la eliminatoria con el penalti de Bebé, pero Nico Ratti se puso la capa de héroe con una parada excelente. Este Andorra es mucho más que defensa y es que en ataque, el conjunto tricolor, va sobrado. Lautaro, que ya firmó el 2-0 en la ida, volvió a aparecer y con su tanto se hizo el rey de la fiesta. Los tricolores se medirán ahora, con la ida en casa y la vuelta a domicilio, a la Ponferradina en la final por subir.

Gerard Piqué, como está siendo habitual en él, se desplazó hasta Ibiza para seguir de cerca a su Andorra y se le vio nervioso. El Ibiza, sabedor de que necesitaba goles, no escatimó esfuerzos. Eso sí, lo único es que le faltó un tanto de serenidad y mucho acierto para concretar sus acciones. Bebé, como siempre, fue indetectable y Zarzana, correoso, aunque el mayor peligro llegó a balón parado. Como en un córner que Iago Indias remató demasiado centrado y Nico Ratti paró sin problemas. El Andorra, en ataque, apenas se mostró más allá de acciones aisladas de Josep Cerdà

Pero el punto de inflexión, de verdad, del encuentro se vivió en el minuto 36′. Martí Vilà, siendo el último hombre, cometió un error que supo leer a la perfección Unai Medina. El defensa del Ibiza lo aprovechó para encarar a Ratti y, en el mano a mano, el portero le derribó dentro del área. Penalti claro. Bebé no dudó, agarró la pelota y tiró. ¿Resultado? paradón del meta tricolor que, ayudado por el palo, desvió el balón. Los delanteros marcan goles y se llevan la mayoría de los focos, pero este portero es de los que da puntos y, sin duda, de los que te meten en una final del playoff. La pena máxima de Bebé no estaba mal tirada del todo, fue un acierto total de Ratti.

Tras ello, el Ibiza pareció tocado y ambos equipos `pactaron’ la paz hasta llegar al descanso. Ya en la segunda mitad, el partido prendió la mecha y Mo Dauda tuvo un mano a mano, que malogró, en el 53′. El fuego sí lo puso Lautaro. El delantero del Andorra, si tiene una buena ocasión, no falla y así fue. En el 63′, Casadesús fue más listo que Bebé, le robó el balón y asistió para que Lautaro, con un tiro certero con la pierna derecha, firmase el 0-1. El Ibiza, noqueado ya del todo, no supo cómo levantarse y es que necesitaba tres goles para igualar la eliminatoria. Demasiado. Un mundo que fue lo que separó, como mínimo en pegada, a ambos equipos. El Andorra seguirá adelante con su cruzada de, solo un año después, intentar regresar al fútbol profesional.

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