Arbeloa ya tiene a su Gonzalo

Pueden ser los 900.000€ mejor invertidos en mucho tiempo. Al menos, es el sentimiento que sobrevuela Chamartín a estas horas. Rachad apunta a fichajazo. El nuevo delantero del Castilla. Nació en Murcia, creció en Torre-Pacheco y se pulió en Almería, para terminar en Valdebebas. Y aunque ha firmado por tres temporadas, parece tener prisa. Eso, o alguien debió decirle que las primeras impresiones tienden a ser determinantes. Ambos caminos explicarían su partidazo inaugural. Su recital ante el Marbella. Una carta de presentación de oro.

Arbeloa lo reservó para la segunda parte, tal vez apelando a aquello de ‘lo mejor se hace esperar’. Bingo. Rachad jugó de nueve y firmó una actuación sobresaliente. Impecable. Demostración perfecta del futbolista que es: buen toque para combinar, rápido para correr al espacio y con un enorme olfato goleador. Completísimo. Un zurdo muy habilidoso. Se le vio sobrado ante un rival de Primera RFEF. Y es algo que venían avisando desde Marbella: “Física y mentalmente es un futbolista de categorías más altas”.

Gol y golazo

Tiene una confianza en sí mismo casi de acero y una corpulencia superior a la media. Lo tiene todo para ser un líder en el Castilla, esta temporada. Y en 45 minutos lo demostró. Su primer gol llegó tras un centro raso de Bruno Iglesias: control, mirada alta y pase a la red. Mucha calidad. Pero esto destacó, sobre todo, en su segundo zarpazo: recuperación en carrera, galopada hasta el área, recorte... y vaselina raulesca. Ambos tuvieron el mismo denominador común: calma, nervios de acero.

Van sólo 45 minutos, pero por los informes que se manejaban, las sensaciones del cuerpo técnico en los primeros entrenamientos y la radiografía de su primer partido, el sentir general es que se ha fichado a un jugador diferencial. Que la apuesta, arriesgada −casi 1M€ por un futbolista que va al filial no es algo habitual−, tiene muy buena pinta. Que ha sido un acierto. Sin Gonzalo y Víctor Muñoz, hacía falta un delantero. Y se ha fichado a un killer.

Informes sobresalientes

A partir de aquí, Rachad escribe su propia historia. Pero el sentimiento es de mucha, mucha ilusión. Español, nacionalizado marroquí; hizo las maletas con 15 años para desplazarse hasta Almería, donde jugó en la cantera. En su temporada en División de Honor hizo 29 goles y cuando jugó con el filial en Tercera RFEF, 15, siendo clave para cosechar el ascenso (ganando 1-4 al Toledo en la final). En diciembre de 2023 debutó en Primera: contra el Betis, de la mano de Garitano. Y la temporada pasada ha compaginado el filial, con el primer equipo, donde ha disputado 348’ (además de marcar un gol y dar una asistencia).

“Un chico especial”

“Desde el primer momento mostró una actitud que llamaba la atención. En su primer partido de prueba con nosotros, se golpeó y comenzó a sangrar por la nariz. Le dijimos que saliera del campo para atenderse, pero se negó rotundamente. Con un simple gesto, se taponó la nariz y continuó jugando como si nada. En ese instante, muchos nos miramos y supimos que estábamos ante un chico especial“, reconoce Alberto Lasarte, quien fuese su entrenador en el Almería B, en una entrevista con NEKO Deportes.

Rachad ha empezado destrozando la puerta. Haciendo alarde a aquello de que, a veces, es mejor pedir perdón que permiso. En sus primeros 45 minutos, doblete −vaselina raulesca incluida− y golpe en el pecho. En el club se frotan las manos: existe el sentimiento de que son 900.000€ más que bien invertidos. Que ha llegado un futbolista diferencial. Rachad, a sus 20 años, es el nuevo delantero del Castilla. Y aunque todo requiere su proceso, la mirada es muy alta. Arbeloa ya tiene su Gonzalo.

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