Algorfa enloquece con Messi y con los goles de Nico Paz

Entre pequeñas colinas y huertos, una marea albiceleste se hace notar. Llegados de todos los rincones, nadie quiere perderse a Argentina. Todos están en Algorfa, localidad alicantina, para ver en directo a Lionel Messi. El astro argentino acapara cánticos, pancartas y camisetas. El ’10′ está muy presente.

AS tiene acceso al entrenamiento de Argentina. Son solo 15 minutos los que la campeona del mundo permite acceder a la prensa. Desde primera hora de la tarde, las calles colindantes a los dos campos de la Finca Resort, donde la albiceleste prepara el amistoso de este viernes ante Angola, en Luanda, son un hervidero.

Más de un millar de seguidores desafían la distancia porque desde lo alto de la última calle que da acceso al terreno de juego, como si fuese una colina, hay más de 100 metros de distancia. Poco importan. La vista de la afición argentina es de halcón. No se escapa ni un movimiento de Messi. Ni un gol, que se celebran como si estuviese un título en juego. Tampoco se pierden de vista los movimientos de Nico Paz tras su irrupción en el Como que le ha catapultado a la Selección. El Madrid valora el regreso de su canterano, que se luce en la sesión con un golazo de bandera, también cantado por todo lo alto por la hinchada. Hasta Franco Mastantuono, con una pubalgia y baja en esta convocatoria, se presenta en Algorfa para saludar a sus compañeros. Un cálido abrazo con Scaloni le da fuerzas para continuar con su recuperación.

La fiesta, tras finalizar el entrenamiento, sigue entre la marea argentina. Una fiesta improvisada, con tambores, se prolonga hasta el anochecer. Algorfa es una locura, pero también lo será este jueves Elche porque Argentina se entrenará a puerta abierta en el Martínez Valero, a partir de las 10:30 horas. El acceso será libre, aunque limitado, y el Elche teme verse desbordado ante la respuesta de seguidores argentinos.

Las medidas de seguridad son extremas. Seguridad privada, Guardia Civil, Policía Local y Nacional tienen blindada a la selección. El hotel es un búnker. Hay una ala destinada solo para la expedición que encabeza Scaloni. En el otro lado, los turistas que han coincidido con Argentina, alucinan con la campeona del mundo. Acceder al hotel también es imposible. También a las casas colindantes. Se necesita una autorización especial para que los vecinos entren en su domicilio. Una zona residencial, en calma durante el año, vive una revolución por Argentina. Por Messi.

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