Xhaka, un regalo de Arteta a Xabi
De capitán del Arsenal, a casi capitán del Leverkusen de una temporada a otra. Se vio obligado a salir, por la puerta grande, debido a la llegada de Rice, y ahora es esencial en Alemania.
Granit Xhaka es de esos jugadores que aportan algo diferente. No destaca por su calidad técnica, ni por su faceta goleadora, aunque en Londres tuvo rachas de ‘9′, pero sí que es un jugador de equipo y un capitán total. Es aquel que cuida a los jóvenes, que da ‘tirones de oreja’ a sus compañeros, y que defiende a los suyos al 100%. Es decir, un pilar fundamental para un proyecto de éxito.
Se convirtió en el ‘ojito derecho’ de Mikel Arteta al poco tiempo de que este llegara al banquillo del Emirates. Una vez Aubameyang y Lacazzette fueron invitados a salir, asumió el rol de capitán. Los inicios no fueron buenos, como siempre suele suceder, y él estuvo ahí. Y además, una vez el proyecto comandado por el propio Arteta y Edu Gaspar remontó el vuelo, y el Arsenal volvía a ser candidato a la Premier, el seguía ahí.
Su relación con Arteta era diferente. No era un vínculo jugador-entrenador, eran más que eso, eran literalmente amigos. Lo que habían conseguido en apenas dos-tres temporadas, volver a hacer al Arsenal un grande, y el hecho de haber estado en las buenas y en las malas, ha conformado una amistad que continúa a día de hoy, pero en la distancia.
Este verano Xhaka se vio obligado a salir del Arsenal ya que llegaba un monstruo, Declan Rice. El jugador estuvo viendo qué hacer, y conversó, durante las últimas semanas de la temporada, con Arteta. Su continuidad en el 11 titular no estaba asegurada, y ambas partes decidieron que la mejor opción iba a ser un traspaso. Y qué traspaso.
Se marcharía al Bayer Leverkusen. Xhaka volvía al país donde deslumbró a todos con el Gladbach. Lo iba a hacer de la mano de un proyecto del que existía gran expectación, el Bayer de Xabi Alonso. Un equipo repleto de jóvenes talentos que precisamente necesitaba la pieza clave para ser un equipo ganador.
Y llegó él. Hasta ahora lo ha jugado todo, y el Leverkusen no ha perdido aún esta temporada. De hecho, los de Xabi están rompiendo récords a la altura del Bayern de Guardiola. Xhaka ha jugado 56 partidos en este 2023, de los que ha perdido tan solo 6. Una locura.
Entra en escena la otra faceta del también capitán de la Selección suiza: es un ganador. Lo que necesitaban ese Arsenal deprimido, este Leverkusen jóven y prometedor, pero inexperimentado, él se lo ha dado.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.