‘The Special One’ ha vuelto
Mourinho tiene a la Roma tercera de la Serie A y en semifinales de la Europa League. Los ‘tifosi’ le consideran su “emperador”. El PSG le tiene en la agenda para la próxima temporada.
Tenía que ser Roma, tierra de emperadores, en donde José Mourinho resurgiera. En la que fue la capital del mundo (‘caput mundi’) durante siglos, el técnico de Setúbal sigue añadiendo páginas a su gloriosa leyenda. Como el Ave Fénix, en la ciudad eterna ha vuelto a elevarse majestuosamente desde lo que parecía el ocaso de su carrera. Después de cuatro años sin ganar un título, en Roma ha saboreado de nuevo las mieles del éxito. En su primera campaña llevó al equipo romano a ganar la Primera Conference League de la historia y, el pasado jueves, se clasificó para las semifinales de la Europa League. The Special One está de vuelta.
El 4 de mayo de 2021 se hacía oficial el fichaje de Mourinho por la Roma, sólo 15 días después de ser destituido del Tottenham. Llegaba a un equipo que había terminado la temporada 2020-21 en séptima posición y sin aspiraciones a pelear por ningún título. El técnico portugués, por su parte, atravesaba el momento más bajo de su carrera. Los primeros meses del proyecto en Roma fueron complicados y tocaría fondo el 21 de octubre de 2021. Ese día el equipo romano cayó estrepitosamente por 6-1 contra el modesto Bodo/Glimt noruego en la tercera jornada de la fase de grupos de la Conference League. Fue la mayor derrota sufrida por Mourinho en sus más de 1.000 partidos en los banquillos. Esa goleada supuso un punto de inflexión. Mourinho hizo ‘limpia, en el vestuario y le abrió la puerta de salida a varios de los jugadores que disputaron el encuentro. A partir de ahí, el equipo sufrió algún traspié más, pero la línea fue ascendente. A medida que corrían las jornadas, las gradas del Olímpico de Roma pasaban de una habitual imagen desoladora a alcanzar el lleno todos los partidos. La maquinaria de Mou empezaba a funcionar...
Y llegó el 25 de mayo de 2022, una fecha marcada ya con letras de oro en la historia de la Roma y del fútbol italiano. Un solitario gol de Nicolo Zaniolo, en el minuto 31 de la final de la Conference League, contra el Feyenoord otorgaba a la Roma su primer título europeo desde la Copa de Ferias de 1961 y ponía fin a 12 años de sequía del fútbol italiano en Europa. Curiosamente, desde la Champions League 2010, lograda por el Inter de Milan, con Mourinho en el banquillo. Obviamente, la Conference League no es el título más importante de la carrera de The Special One, pero sí tiene un sabor especial, porque ha servido para acabar con una sequía de cuatro años sin incrementar su palmarés.
Mourinho le ha devuelto la ilusión y la fe a los tifosi romanistas y estos le ven como su ‘emperador’. Incluso, ha logrado llenar el vacío dejado por la leyenda Francesco Totti. Su figura trasciende a los terrenos de juego. No se logra ser uno de los personajes más mediáticos de la historia del fútbol sólo por ganar partidos y títulos. En Roma ha reaparecido Mourinho en estado puro. Ese que lleva la competitividad hasta el extremo y busca que su equipo y el entorno sean un reflejo suyo. A raíz de uno de sus enfrentamientos arbitrales, ha dejado una imagen icónica, la publicada en sus redes sociales haciendo el símbolo de las esposas después de conocer que había sido sancionado con dos partidos en la Seria A por encararse con el cuarto árbitro durante el Cremonese-Roma.
En el Estadio Olímpico se hace lo que dice ‘el emperador’ Mourinho. Una muestra de ello fue lo ocurrido en el encuentro del pasado jueves ante el Feyenoord. En los minutos finales, con la eliminatoria ya sentenciada, el técnico instó a la afición a que animara y cantara. La reacción fue inmediata. Todo el Olímpico de Roma respondió con una estruendosa ovación y con cánticos hacia el equipo. La sensación que tienen en Italia es que ahora mismo la Roma es José Mourinho. El técnico portugués ha recibido confianza y cariño y él está devolviendo, a cambio, compromiso y éxitos.
Triunfador con un proyecto de bajo coste
La Roma se encuentra en semifinales de la Europa League y es tercero en la Serie A. Y Mourinho lo ha logrado con una plantilla low cost. “Solo Sampdoria y Lecce han gastado menos que nosotros esta temporada”, desveló Mourinho. Dybala, Matic, Wijnaldum y Belotti llegaron gratis o cedidos. Y para colmo, Zaniolo, el héroe de la final de la Conference League, fue traspasado en el mercado de invierno al Galatasaray. Por contra, Mourinho ha subido a cinco canteranos al primer equipo. Todos ellos, milicianos que siguen a pies juntillas a su líder. The Special One siempre ha promulgado a lo largo de su carrera que no hacen falta grandes desembolsos para lograr éxitos. En la Roma ha vuelto a demostrar que en el fútbol el trabajo y el conocimiento es tan importante como el dinero.
Coleccionista de títulos
Desde que enero de 2002 se hizo cargo del Oporto, en sustitución de Octávio Machado, el técnico de Setúbal ha ganado títulos en todos los clubes que ha dirigido, excepto en el Tottenham, donde fue despedido una semana antes de disputar la final de la Copa de la liga inglesa. En total, ha levantado 26 trofeos como técnico. Tiene el honor de ser uno de los pocos entrenadores que ha ganado la liga en cuatro países (España, Italia, Inglaterra y Portugal). Además, como entrenador tiene en su palmarés casi todos los títulos europeos que se disputan en la actualidad: Champions League (2), Europa League (2) y Conference League (1). Le falta la Supercopa de Europa, trofeo que sí ganó como asistente de Robson en el Barcelona en la temporada 97-98.
De nuevo en la agenda de los grandes
Su gran trabajo en la Roma ha vuelto a poner a Mourinho en el candelero. El PSG, el Real Madrid, la CBF y la Selección portuguesa son algunos de los posibles destinos con los que se ha relacionado al técnico portugués. Aún tiene un año más de contrato con la Roma y los dirigentes del club italiano no quieren ni pensar en un futuro desligado del de Mourinho, aunque él no lo tiene tan claro... Su nombre suena con más fuerza para ocupar el banquillo del PSG la próxima temporada. Varios medios de comunicación dan por hecha su llegada al banquillo parisino en sustitución de Galtier. En el club parisino hay mucha gente que considera que el técnico portugués es el único que puede lograr que su elenco de estrellas sea competitivo en Europa y una opción real a ganar la Champions. La CBF también puso sobre la mesa el nombre de Mourinho sigue en el Bernabéu. Lo mismo hizo la selección portuguesa. En ambos casos recibieron un no como respuesta por parte de The Special One.
Sus récords perduran en el Real Madrid
José Mourinho también era uno de los nombres que había barajado el Madrid para suplir una hipotética marcha de Ancelotti. Un sector importante de la afición blanca siente auténtica devoción por el portugués y no olvida, entre otros logros, que él devolvió el ADN competitivo al Madrid en Europa. Antes de la llegada de Mourinho, el equipo blanco sumaba seis temporadas consecutivas sin pasar de octavos de final de la Champions y una más sin superar los cuartos. En las tres temporadas de Mourinho en el banquillo del Bernabéu, el Madrid alcanzó las semifinales y recuperó el respeto de Europa. Una parte del madridista considera que Mourinho puso los cimientos de las últimas cinco Champions que lucen en el museo del Santiago Bernabéu. Lo que sí es mérito suyo es que el Madrid bajo su mandato lograra varios registros que todavía perduran: el récord de puntos (100) (compartido con el Barcelona), el de victorias (32) y el de goles (121). Además, consiguió acabar con la hegemonía del mejor Barça de la historia. Tras la Liga ganada por el Madrid de Mourinho en 2012, Guardiola decidió abandonar el Barcelona. Y otro mérito que hay que achacar al técnico de Setúbal es el fichaje de Luka Modric. Él fue el gran valedor de su fichaje y siguió confiando en el croata a pesar de las críticas que recibió la primera temporada. El tiempo le ha dado la razón. Modric no sólo ha ganado el Balón de Oro (2018) en el Madrid, sino que se ha convertido en una leyenda del Real Madrid. Aunque Mourinho ya se había ganado el beneplácito del madridismo antes de llegar al club. Más concretamente, al eliminar al Barcelona de la Champions en la famosa ‘semifinal de los aspersores’, en la que al frente del Inter privó al club azulgrana de disputar la final en el Bernabéu, evitándole al madridismo el mal trago de ver al eterno rival proclamándose campeón de Europa en el coliseo blanco. Su legado perdura y muchos madridistas sueñan con su regreso algún día...