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SEVILLA

Supercopa, esa ‘prorrogada’ maldición del Sevilla

Tras ganar su primer título europeo de este calibre, en 2006, el club de Nervión perdió cinco seguidos. Y de manera dolorosa: los tres últimos, tras alcanzar el tiempo extra.

Carvajal decidió así la Supercopa 2016 ante el Sevilla.
NED ALLEYDiarioAS

El Sevilla afronta este miércoles en Atenas su séptima Supercopa de Europa, torneo que luce ya en sus vitrinas pero que sólo ha ganado una vez, la primera en la que lo afrontó. 25 de agosto de 2006: todavía se celebraba siempre en Mónaco el evento y los nervionenses, meses después de apabullar al Middlesbrough (4-0) en la final de la UEFA de Eindhoven, hacían lo propio con aquel Barcelona que entrenaba Frank Rijkaard con Messi, Ronaldinho, Etoo, Xavi, Puyol y Deco. Renato abrió el marcador muy pronto, en el 7′, Kanouté puso tierra de por medio al filo del descanso y Maresca redondeó el 3-0 cuando ya se llegaba al pitido final.

Un éxtasis nervionense que ha dado paso a varias frustraciones, algunas muy dolorosas, en esta competición que disputan el campeón de la Champions y el de la Europa League. Contra el Milán, en 2007, Antonio Puerta se debatía entre la vida y la muerte que finalmente llegó cuando los blanquirrojos, con la cabeza en otro sitio, se veían casi obligados a disputar el partido pocos días después de que el lateral sevillano se desvaneciera sobre el campo ante el Getafe. Renato, otra vez, inauguró el marcador en el 13′ pero los rossoneri le dieron la vuelta en la segunda mitad con goles de Inzaghi, Jankulovski y Kaká. No era un día para celebrar absolutamente nada.

Aquella derrota cayó como una maldición. En 2014, en Cardiff, dos goles de Cristiano Ronaldo permitieron al Real Madrid derrotar con cierta facilidad al Sevilla. Preludio de lo que serían tres duelos mucho más disputados, todos de hecho llegaron a la prórroga, pero que acabaron con igual suerte para el club del Sánchez-Pizjuán.

Porque las otras tres Supercopas las ha perdido el Sevilla en el tiempo extra. En 2015, capaz de empatar un 4-1 del Barcelona en Tblisi, Pedro decidiría a falta de cinco minutos. En 2016, de nuevo ante el Real Madrid, los nervioneses consiguieron remontar (1-2) el tanto inicial de Marco Asensio. Sin embargo, cuando se paladeaba la victoria, Sergio Ramos mandó el partido a la prórroga (2-2) y se habría llegado a los penaltis de no ser por otro gol in extremis, de Carvajal, en el 119′ (3-2).

Otro grande muy grande de Europa, el Bayern de Múnich, esperaba en Budapest, lugar del último título sevillista, en septiembre de 2020. Un partido de fecha extraña y con dos tercios de la grada vacías por culpa de la pandemia. Ocampos había adelantado de penalti a los nervionenses (13′) pero Goretzka empató pasada la media hora. Neuer le detuvo un mano a mano a En-Nesyri cuando se llegaba al descuento del partido y ya en la prórroga un español, Javi Martínez, acababa de nuevo con la esperanza del Sevilla.