Superchasco para Benzema

Al Hilal, el equipo más en forma del mundo a tenor de sus 34 partidos consecutivos ganando y 41 invicto, no dio opción a la sorpresa, aumentando su hegemonía en el torneo y privando a Karim Benzema de ganar su primer título desde que llegara a Al Ittihad. Impulsado por esa monstruosa racha que le encamina al póker de títulos (Liga, Copa, Supercopa y Champions de Asia) en una temporada con aroma histórico, el conjunto dirigido por Jorge Jesus se coronó campeón de la Supercopa saudí por cuarta vez en sus 66 años de historia y los 13 con los que cuenta esta competición.

Lo hizo como acostumbra. Sin discusión. Y, además, respetando una curiosa tradición en este trofeo, que alza cada tres años: lo hizo en 2015, en 2018 y, por última vez, en 2021. Y lo volvió a hacer en este 2024, sucediendo en el palmarés a un Al Ittihad que plantó más batalla en la práctica de lo que se esperaba en la teoría. Los antecedentes indicaban pleno de victorias para Al Hilal en los cinco partidos de las tres competiciones en los que se han cruzado esta temporada, con un saldo de 14 goles a favor y cinco en contra.

La fiesta del emergente fútbol saudí, sin embargo, se presentó torcida por la desnutrida imagen de las gradas del Estadio Mohammed Bin Zayed por aquello de la polémica elección de Emiratos Árabes Unidos como sede. Y eso que la velada futbolística coincidió con la segunda noche del Eid al-Fitr, la fiesta que pone fin al Ramadán. Por lo que ese banquete, finalmente, fue para Al Hilal y sus aficionados. Y también para Jorge Jesus, que impidió a Marcelo Gallardo servirse fría la revancha de esa final de la Copa Libertadores de 2018 que su Flamengo ganó a River Plate.

Ampliar

El técnico portugués, que esperaba otra sorpresa táctica de su homólogo argentino como anteriores choques, solo varió al relevo del lesionado y máximo goleador Aleksandar Mitrovic (33 goles en 36 partidos), introduciendo a Al Shehri, además de dar la alternativa al exrojiblanco Renan Lodi, llegado en el mercado invernal de fichajes. No fue su día. Apagado en ataque, cometió a los 21 minutos el penalti con el que Hamdallah haría el 1-1, a la segunda tras fallar en primera instancia, un partido concentrado en el primer acto. Al marroquí le anularían otro gol al comienzo de la segunda parte. El que era el virtual 2-2.

A los 5′, Malcom, también goleador en la semifinal ante el Al Nassr de Cristiano Ronaldo, ya había desprecintado el marcador con una eslalon adornado con una pared previa a superar con clarividencia en el mano a mano a Al Muaiouf. Ni Luiz Felipe exhibió contundencia, ni Benzema inspiración, así que Malcom fue, sin discusión, el nombre propio de un torneo que dominó de cabo a rabo bajo la atenta mirada, en esta final, de Neymar Júnior desde el palco de autoridades. Salem Al Dawsari, apuntalando su candidatura a jugador asiático del año, le dedicó el 2-1. El tanto que acabó de sepultar el partido en el 44′, con un remate pegado al palo tras conducción interior. El propio Malcom y el otro Al Dawsari, Nasser, finiquitaron el choque con otros dos goles en el tiempo añadido.

Benzema, que escribió su nombre en la historia de la competición al anotar el gol más tempranero, a los 55 segundos, ante Al Wehda, volvió a ofrecer una versión más que terrenal. Bono le negó el gol en su único acercamiento y el VAR le desquitó de mayor culpa tras anular un potencial penalti por posible mano en la primera parte, aún con el 1-1 en el marcador, y que podía haber dejado visto para sentencia un partido que volvió a sacar a relucir las carencias competitivas y colectivas de Al Ittihad. Otro superchasco para el francés, que se quedará en blanco en su primera temporada en Arabia Saudí.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.