Benzema, redención y final

El Al Ittihad, eliminado de forma contundente de la Champions por Al Hilal (0-4), fuera de la lucha por la liga y a cinco puntos de entrar de forma directa a la próxima edición de la máxima competición asiática, se lo jugaba todo a una carta: la semifinal de la Supercopa frente a Al Wehda. Y los de Gallardo respondieron. A los 57 segundos, Benzema encarriló la clasificación y tres minutos antes de entrar al túnel de vestuarios, Hamdallah sentenció el encuentro. La pelea por el título tendrá lugar el jueves a las 19:30 en el Bin Zayed Stadium, donde Benzema se verá las caras con Al Hilal o Al Nassr.

A Benzema, que venía de varias actuaciones aciagas, no le dio tiempo a pensar en el mal momento que está atravesando. En el primer minuto de partido, el francés hizo lo que siempre le ha caracterizado: escapar del acoso de los centrales y hacer jugar. Se asomó por la frontal, envió el balón a Romarinho y atacó el corazón del área. El pase del brasileño no fue bueno, pero El Yamiq, primero con un mal control y después con un despeje fallido, ayudó al lyonnais a reencontrarse con el gol. Un gol que anhelaba desde diciembre, cuando maquilló la derrota frente a Al Ahly (3-1) en el Mundial de Clubes. Un gol lejos de la elegancia que le identifica, porque los delanteros también necesitan de la parte terrenal para reencontrarse con su mejor versión.

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Los Tigres asediaron a Al Wehda, que solo respiraba cuando el balón llegaba a Ighalo. El delantero nigeriano, ex de Granada o Manchester United, ganó duelos a Luiz Felipe, descargó balones a los extremos y fue el único capaz de intimidar a Al Muaiouf. Pero no fue suficiente. Minutos antes de que el colegiado señalara el descanso, Romarinho trazó un desmarque y puso un gran centro para Hamdallah, que dentro del área es infalible. El guion de la segunda mitad fue distinto, pues Al Ittihad replegó y cedió el protagonismo, actitud que pudo costarle caro. Anselmo se topó con el larguero en el 54′, Fayçal Fajr falló un penalti en el tiempo de prolongación y Al Eisa recortó distancia a 30 segundos del final. Esta vez la suerte sonrió a Benzema y compañía, pero el rival de la final no dará lugar a contemplaciones.

Karim Benzema, que estaba viviendo un 2024 lleno de decepciones, tendrá el jueves una oportunidad de oro. Uno de esos partidos que deciden las estrellas. Su primera final desde que llegó a Arabia y una ocasión inmejorable para poder volver a tocar metal. Nada mejor que poner fin a la racha de 32 partidos seguidos ganando de Al Hilal para pasar de villano a héroe.

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